
“Estoy incomunicada, no sé nada de mi hermano (recluido en el penal): la última vez que hablamos fue anteayer”, dijo a la AFP una mujer de mediana edad ubicada detrás del cordón de seguridad dispuesto a varios centenares de metros de la cárcel de Uribana, en el estado Lara.
“Lo que queremos es el listado de las personas que están vivas, los que están muertos”, agregó esta mujer, quien como la mayoría de familiares se negaba a ofrecer su nombre.