
El cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2, infecciones y la obesidad están relacionadas con una disminución del descanso.
El reloj biológico del cuerpo impulsa grandes cambios. En un ritmo diario se puede alterar el estado de alerta, el ánimo, la fuerza física e incluso el riesgo a un infarto.
Se deriva de nuestro pasado evolutivo, cuando éramos activos en el día y descansábamos en la noche.
Pero los científicos advierten que la vida moderna y una sociedad de 24 horas significa que mucha gente "viven en contra" de su reloj biológico, con consecuencias dañinas para la salud y el bienestar.
El profesor Russell Foster, de la Universidad de Oxford, dijo que hoy en día las personas tienen entre una y dos horas de sueño menos por la noche que hace 60 años.
"Somos una especie sumamente arrogante, creemos que podemos abandonar cuatro mil millones de años de evolución e ignorar el hecho de que hemos evolucionado bajo un ciclo de luz y oscuridad. Lo que hacemos como especies, quizás algo único, es ignorar el reloj. Y actuar en contra del reloj (biológico) a largo plazo puede originar serios problemas de salud".
El experto agregó que es un problema que afecta a toda la sociedad, no sólo a quienes tienen trabajos con turnos irregulares.
También agregó que la situación se agudiza en los adolescentes, con jóvenes que para dormir toman pastillas de sus padres y a la mañana siguiente se beben tres Red Bulls.