En los viejísimos anuncios de Charles Atlas, siempre había un enclenque infeliz apodado “alfeñique”, humillado por un abusador que en la playa le echaba arena en la cara. Eso era hasta que el plan gimnástico de Atlas le redondeaba los músculos.
Captain America: The First Avenger contiene elementos similares, e indican que el director Joe Johnston sabe abordar con modestia el ya un poco sobado tema de los superhéroes.
Steve Rogers es un alfenique de efecto fotográfico donde superponen el rostro heroico de Chris Evans en el cuerpo de un doble muy venido a menos. Le inyectan un suero especial que refacciona el metabolismo y perfila bíceps y pectorales, aunque sin darle poderes mágicos de volar como Superman. En un astuto tiro de cámara, Steve se ve de refilón en un espejo y experimenta escalofrío de narcisismo ante tan súbita transformación.
Captain America manipula esa honesta sorpresa para presentar un ídolo no demasiado fanfarrón y la producción no tiende a ahogarse –como la mayoría de sus competidoras– en remolinos de efectos especiales. Cuando tratan de convertir a Steve en fenómeno publicitario, su bochorno interior le da inesperada ironía al tour estelar que le han armado, en escenas de puntiagudo humor.
Como de costumbre, Chris Evans da la bonita cara, pero el show se lo devora el villano, traído de Australia en la siempre inquietante persona de Hugo Weaving, rodando y retumbando como carretón de maldad. El generoso reparto secundario despliega rostros principales, con Tommy Lee Jones, Stanley Tucci, Dominic Cooper y el diminuto/gigantesco Toby Jones. El contingente femenino va bien representado por Hayley Atwill, una agente que sabe usar los puños y tiene espíritu de armas tomar.
Mucho menos espectacular que Hulk, Thor o Green Lantern, esta peliculita de matiné no se abochorna de sus limitadas aspiraciones y la recompensa fue superar a sus rivales en taquilla. En la década de 1940, se hubiera expandido a serie dominical de 15 episodios, pero Joe Johnston se conforma con dos activas horas con igual entusiasmo que el deplegado hace 20 años en The Rocketeer.
En la próxima primavera, Captain America tendra más chance en The Avengers, compartiendo aventuras con Iron Man y probando que Marvel Studios tiene aun mucho más que sacar de su desván de Comic Books, meticulosamente preservado y desempolvado para repletar pantallas para un público en perenne adolescencia.
