La reforma migratoria de EU en agosto: ¿por qué ahora?

Estamos a finales de agosto. ¿Preferirías irte a la playa o discutir la reforma migratoria? 

 La Casa Blanca parece estar apostando por la primera, filtrando información sobre un gran cambio en la manera en que el gobierno federal abordará el tema de los inmigrantes ilegales, en un momento en que tradicionalmente la mayoría de los estadounidenses se va de vacaciones de verano. Mientras el presidente Barack Obama empaca sus maletas para ir a Martha's Vineyard esta semana, el Departamento de Seguridad Nacional anunció su intención de revisar de manera individual aproximadamente 300,000 casos de deportación pendientes en cortes federales de inmigración. Los casos de menor relevancia –aquellos que no involucran a individuos considerados violentos o peligrosos– serán suspendidos.

 Oficiales administrativos lo califican como un asunto de priorización de casos y manejo más eficiente de los recursos. Los críticos lo llaman amnistía de puerta trasera, una forma de impulsar cambios en la normatividad que los conservadores en el Congreso nunca aceptarían. Esto es lo que está claro: el destino de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos sigue siendo un tema polarizador. Políticamente, el momento del anuncio del gobierno es tan relevante como su contenido. “Tanto el momento como la naturaleza de la decisión sugieren que la política presidencial se está aplicando”, dijo Wendy Schiller, politóloga de la Universidad de Brown. “Obama ha perdido terreno con su base liberal… y definitivamente necesita un fuerte apoyo en estados con gran población hispana para mantenerse cuatro años más en la Casa Blanca”. 

 Pero actualmente, destacó que “El Congreso está fuera, por lo que no hay nadie en D.C. para criticar la decisión”. Al hacer que el Gabinete y otros funcionarios de la administración anuncien sigilosamente el cambio, Obama “evita las fotografías y discursos que los republicanos podrían utilizar en su contra en su campaña presidencial del 2012”. Las administraciones “tienen una tendencia de anunciar noticiar controversiales de manera que no genere tanta cobertura como tendría de otra manera”, dijo Bill Mayer, politólogo de la Northeastern University. Los analistas destacan que Obama ganó varios estados de la zona oeste en el 2008 –incluyendo a Colorado, Nuevo México y Arizona– en parte por el creciente poder de los votantes latinos, grupo que pone especial atención en el tema migratorio.

 Estrategas demócratas creen que el voto hispano también puede ayudar a poner en juego a la tradicionalmente republicana Arizona el próximo año. “Para la comunidad latina esta es una acción muy importante y la gente va a estar observando muy de cerca lo que ocurra en su implementación”, dijo Clarissa Martínez, vocera del Consejo Nacional de La Raza, una importante organización hispana de derechos humanos. “Da entrada a miembros de cualquier partido que quiera hablar de una estrategia racional respecto a la política migratoria”, comentó a CNN. “Desearíamos que integrantes del lado republicano no le dejen esta plataforma al presidente”. Republicanos clave no lo ven de esta manera. 

En el pasado, líderes republicanos han utilizado el tema migratorio para encender a votantes republicanos que se oponen a cualquier tipo de indulgencia para personas que están en el país de manera ilegal. Algunos analistas creen que si los demócratas se exceden en el impulso y velocidad del tema migratorio, particularmente en tiempos económicos difíciles, inclinaría a los votantes indecisos a favor del Partido Republicano. La administración de Obama “ha recurrido a la implementación de sus planes a través del decreto presidencial”, dijo la Gobernadora de Arizona, Jan Brewer. “Aquellos a los que realmente nos importa el imperio de la ley recordaremos las acciones del presidente”. Brewer firmó una ley estatal el año pasado que requería que la policía de Arizona aprehendiera y ayudara a deportar a inmigrantes ilegales, entre otras cosas. 

El Departamento de Justicia estadounidense demandó la acción, argumentando que el gobierno federal es el que tiene esa autoridad. A principios de años, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Circuito Noveno se inclinó a favor de las autoridades federales y en contra de Brewer. Alabama, Georgia, Indiana y Utah han aprobado leyes similares, pero aquellas medidas también han sido puestas en espera, según Martínez. Por el momento, la mayoría de los votantes parecen no estar prestando atención al debate migratorio. Una encuesta de CNN y ORC International que se llevó a cabo a principios de mes, mostró que sólo el 4% de los votantes consideraban la inmigración ilegal el tema más importante al que se enfrenta el país. Asimismo, una abrumadora mayoría –60%- consideró a la economía como el tema de mayor relevancia, seguido por el déficit con un 16%.

 Pero precisamente por la tambaleante economía, el tema migratorio podría cobrar mayor intensidad nuevamente. “Hay algunos obreros y personas que están peor que aquellos que piensan que la inmigración los está afectando”, dijo Mayer. Señaló que si esa gente empieza a enfocarse en el tema, la revisión de las políticas federales en los calurosos días de agosto no mantendrá el problema al margen. “Este tipo de política puede haber funcionando hace 30 años”, dijo Mayer. “Pero dada la forma en que los medios han evolucionado, la personas del otro lado seguirán teniendo la capacidad de reaccionar vía programas de radio, televisión por cable y blogs”.

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