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El choque de una gandola cargada de Coca Cola en la curva de la prolongación Circunvalación 2, diagonal a la Facultad de Humanidades, entre Ciudad Lossada y Ciudadela Farías, (en Maracaibo, Venezuela) abrió la caja de pandora y desató la peor faceta de vecinos que lejos de tratar de ayudar al mal herido conductor, aprovecharon la oportunidad para tomar todas las botellas que pudieran del delicioso liquido negro.
El camión se desplazaba por la Prolongación Circunvalación 2 en dirección Sur-Norte, y cuando llegó a la curva perdió el control, saltó al terraplén que separa las vías, e impacto de frente contra la base de una valla publicitaria. El fuerte impacto retumbó en las cercanías como un gran estruendo y avisó a los vecinos del suceso. Mientras salía humo debajo de lo que antes era el capot, el chofer de la unidad, Yorman Villalobos, luchaba para salir del camión, pues su abdomen y su pecho eran aprisionados entre el volante y pedazos de metal retorcido.
Pero para muchos lo triste no está en la pérdida del camión o de la mercancía, la verdadera tragedia humana es que al llegar la colectividad, ninguno se dignó a prestar ayuda al chofer, sino que procedieron a saquear todo lo que podían.
Afortunadamente, Villalobos, pudo escapar del camión por sus propios medios, ponerse de pie a varios metros de la gandola y observar impotente como las personas robaban todo lo que podían cargar. 
También se conoció por medio del testimonio y los reportes de varios lectores, que aprovechando la confusión generada por la tranca, antisociales se escurrieron entre los carros que estaban en la kilométrica cola, e hicieron su “agosto” al robar teléfonos, carteras y joyas a los conductores.
