Historias de carritos por puesto: "Yo gano más que cualquier médico de este país"
El otro día, el dinero que me dieron mis padres para la semana no alcanzó para tomar un taxi, entonces decidí irme por la vía del proletariado, la popular, tomar un carrito por puesto. Normal, lo hago a menudo…
Muchos conductores de taxis, carritos y otros medios de transporte tienen muy buena capacidad de orar, tan buena que hacen que el tiempo en el vehículo pase rápido, transforman su carcacha chatarrosa en un jet con la magia de un fantástico discurso.
Este conductor traía entre manos un tema muy curioso esta vez. Me contaba sobre la gestión y organización de los carritos por puesto de Maracaibo, como trabajan, como se manejan, horarios, salarios y demás...
Algo que no me sorprendió mucho, pero sí me dejó pensando fueron una palabras del chofer, que básicamente conducían a la conclusión de que un conductor de transporte público hace más dinero al mes que cualquier profesional promedio de la República.
"Facturamos diariamente 400, en días malos. En los buenos te podeís imaginar." Eso me puso a pensar. Entonces, si la calculadora del Android no me falla, un conductor de una hojalata andante gana 8000 bolívares al mes, como mínimo. ¿Qué se necesita para conducir un carrito por puesto? Ojos, extremidades, no sufrir de problemas motrices y por supuesto la manga cortada en el brazo derecho, súper chic, un accesorio que no puede faltar en un conductor de carrito por puesto. Todo para evitar el cáncer de piel, claro. Puto Sol de Maracaibo.
Luego, él mismo empezó a burlarse de los médicos venezolanos, hasta en los estudiantes de medicina.
"Yo de verga sé leer y me puedo comer un plato en Da Vinci –restaurant italiano medium- high class de la ciudad- todos los Domingos, ellos pasan la vida estudiando para nada, para un sueldo mínimo o algo parecido. Ni siquiera les da para la cesta básica ja ja ja… Qué cagada de país. Pero igual me va bien."
Si nos ponemos profundos, a cuestionar. Para qué pasar 5 años en una Universidad por la obtención de un título, si estas personas del proletariado terminarán haciendo más dinero que nosotros al año. Y si por suerte logramos comprarnos un vehículo, este será violado analmente por las hojalatas supersónicas que conducen estos tipos, que son tan bad boys, que no respetan señales viales, ni peatones, tampoco perdonan perros. Estamos perdidos.
Bienvenidos a Venezuela, donde el estudiar toda una vida vale: Un Sueldo Mínimo, o algo por ahí. Por ahora...
Eleazar Ubieda
@eleazarus