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Acompañado de su esposa Cilia Flores, el vicepresidente Jorge Arreaza, entre otras figuras del oficialismo, Maduro lanzaba saludos a cada costado del camino, cuando descuidó lo que tenía al frente y se fue de bruces.
“Cuando veníamos por la avenida Lecuna, venía con Jorge hablando y solté el volante y nos estrellamos toditos, pero así como nos estrellamos nos levantamos: muertos de la risa. El que se caiga que se levante, y el que se levante que siga pa’lante más nada.