
El individuo, que se llama Mehdi y según el periodista Arnaud Tousch tiene entre 40 y 50 años, entró en la agencia bancaria en torno a las 17:00 (hora local, 15:00 GMT) con una pistola en la mano y otra en el cinturón, pero a uno de los empleados le dio tiempo a dar la alarma.
El hombre se rehusó a hablar con un negociador policial hasta tanto no llegaran las cámaras de televisión a escuchar su reclamo.
La sucursal bancaria está a metros de un destacamento policial. Según explicaron los agentes a cargo de la investigación, el secuestrador no está en la lista de solicitantes de viviendas estatales, no tiene servicios sociales y tampoco habita en el distrito donde se encuentra el banco.
Finalmente, tras más de dos horas de negociaciones, se entregó a la policía.