“Aquí a cada quien le tocó mirarse en el espejo y asumir su responsabilidad, por eso están saliendo las cosas como están saliendo”. Esas fueron las palabras del manager Tony DeFrancesco al terminar el encuentro de ayer entre Tiburones de La Guaira y Bravos de Margarita en el estadio Universitario, juego que significó el quinto triunfo seguido de los escualos, esta vez con pizarra de 4 carreras por 3.
En una disputa que duró once innings, los litoralenses sacaron a relucir el buen momento que viven, y con un inatrapable de Luis Sardiñas ante los envíos de Silfredo García, su compañero Rafael “Balita” Ortega pudo anotar desde la segunda base la carrera de la diferencia y así desatar la fiesta en las tribunas.
“Es primera vez que defino un juego en mi carrera, me siento satisfecho, no por mí, sino por el equipo que en estos últimos partidos se ha visto mucho mejor y hemos venido de atrás”, dijo el campocorto que luce como una de las figuras para adueñarse este año del premio Novato del Año.
Sardiñas ya había fallado en una situación similar en el noveno episodio, pero el destino le regaló otra oportunidad. “Tuve el chance en ese momento, pero gracias a Dios salió en la segunda oportunidad”, soltó el torpedero.
Los escualos habían picado adelante en el propio primer inning, pero en la parte alta del segundo tramo la visita empató las acciones a una carrera. En un juego que estuvo enmarcado por la lluvia, ambos equipos llegaron muy parejo hasta el séptimo inning, en el que se igualaron las acciones a tres carreras.