(LA PRENSA) - La tenaz batalla libraron dos ciudadanos, a quienes delincuentes pretendían asaltar ayer por la mañana en pleno centro de esta ciudad.
Cuando se disponían a estacionar su vehículo al costado este del gimnasio municipal, los ocupantes del automotor fueron sorprendidos por dos malvivientes; uno de ellos se ubicó de frente e hizo un disparo directo a la cabina, mientras el otro se dirigía a la puerta del pasajero.
La reacción inmediata de una de las víctimas fue salir del vehículo y abalanzarse sobre el malhechor que portaba el arma, con quien forcejeó para despojarlo de la pistola.
Al ver esta reacción, el conductor del vehículo salió en su auxilio. El segundo delincuente se unió a la pelea, que duró alrededor de tres minutos. Las víctimas no pudieron quitarles el arma a sus atacantes porque fueron derribadas.
El momento fue aprovechado por el pistolero, quien disparó contra el conductor del carro cuando este se hallaba tirado en el suelo, pero no logró herirlo. El maleante intentó hacerlo por segunda vez y, para suerte de la víctima, el arma no le funcionó.
La reacción del conductor fue esquivar los disparos y como pudo recogió una piedra para lanzársela al maleante. Al darse cuenta de que el arma no disparaba, los delincuentes huyeron del lugar. Los valientes ciudadanos se subieron al vehículo y se marcharon