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(PDBLOG|HUFFINGTON POST) Cuando un candidato es elegido Presidente, inmediatamente parte de la
atención la recibe quien se desempeñará como Primera Dama.
Ejemplos claros y actuales son los de: Michelle Obama en Estados Unidos,
quien ha llegado a ser tan o más popular que su esposo, simplemente
por utilizar atuendos “económicos” en eventos importantes, por
ganarle en una competencia de lagartijas a la conductora Ellen
DeGeneres, o una carrera de obstáculos al humorista Jimmy Fallon.
Otro ejemplo no menos importante es el de Angélica Rivera, la
Primera Dama de México, quien supo ser la actriz principal en
famosas telenovelas, previo a su matrimonio con Enrique Peña Nieto.
Y como la esposa del Presidente ha sabido marcar tendencia.
El desenfado, la frescura y naturalidad también han sido el caso de
otra Primera Dama, como Carla Bruni, quien contrajo matrimonio con
Nicolás Sarkozy mientras fué Presidente de Francia.
Sin embargo, ha sido hasta el día de hoy, extremadamente difícil
olvidar a una Primera Dama como lo fué; Jacqueline Kennedy, luego
Jackie O. Nacida como Jacqueline Bouvier, en 1929, revolucionó la
percepción que las mujeres tenían de la moda, el garbo y la
elegancia. Con atuendos sencillos pero bien llevados, fué durante la
presidencia de su esposo John Kennedy y hasta sus últimos días, la
mujer más imitada, y admirada.
Y si bien Jacqueline Kennedy marcó un antes y un después, previo a
ella hubo mujeres que marcaron el camino para que la figura de
Primera Dama también tuviera un lugar de importancia en los medios,
y en todos los ámbitos.
Eleanor Roosevelt gustaba de usar bandas de flores para su cabello,
Mamie Eisenhower adoraba los collares de perlas y nunca faltaban como
complemento de sus trajes, cualquiera fuera la ocasión.
Despertando cada día más interés, las esposas o novias de los
Presidentes han llegado a ocupar un lugar de destaque en la opinión
pública, y en las portadas de diarios y revistas, quizá en mayor
nivel que el Jefe de Estado, pero no ha sido un fenómeno reciente
sino por el contrario, las Primeras Damas han hecho historia con su
estilo.