Foto: Twitter |
(PD BLOG|HUFFINGTON POST) Miley Cyrus esta muy lejos del personaje que la hizo mundialmente famosa. Nada queda ya, de la dulce e inocente Hannah Montana. Y como cualquier adolescente famoso que aspira a convertirse en adulto lo antes posible, Miley decidió ponerse en la piel de una artista transgresora, irreverente, sin miedo a la exposición extrema, en constante tránsito por la delgada linea de lo sexualmente explícito y lo artisticamente sensual. Para prueba basta revivir su participación en los MTV Video Music Awards junto al cantante Robin Thicke, ver su video “Wrecking Ball”, o darse una vuelta por su cuenta de Twitter, donde no ha dejado de postear de vez en cuando alguna foto haciendo topless.
Sin embargo, pareciera ser, que sus pasadas exhibiciones serían aptas para todo público, en comparación con las presentaciones que hasta ahora viene haciendo en ocasión de su Bangerz Tour.
Según publica en su página web el Huffington Post, en días pasados, el representate de Miley se ha visto “inundado” por las constantes quejas de padres y fans pidiendo que el show entero de Bangerz sea dado de baja. Aducen en las críticas que el mismo es “demasiado picante e inapropiado para la juventud” que sigue a la artista. Si bien el show no cuenta con calificación de restricción de ningún tipo, los padres como respuesta han puesto las entradas que tenían para sus hijos, a la venta en sitios como Ebay, otros han optado por pedir el reembolso del dinero abonado por las entradas y los más drásticos rechazan asistir al show. Algunos padres inclusive han calificado al espectáculo como un “show con tintes pornográficos”.
Y a pesar de todo, Miley no se ha visto demasiado afectada por las opiniones de sus propios fans, y seguramente pensará como reza el dicho: “No importa que hablen bien o mal de ti, lo importante es que hablen”.