Desde el Lunes 3 de Marzo de 2014, Oscar enfrenta a la justicia en Pretoria, en la persona del Juez Thokozile Masipa. La defensa del velocista busca demostrar lo contrario a lo que la Fiscalía afirma sobre la base de testigos auditivos. El Fiscal afirma que Pistorius sabía que su novia se encontraba dentro del baño, y que luego de haber mantenido una sería discusión, Oscar decidió dispararle a través de la puerta. Oscar, además de haberse declarado inocente del cargo que pende sobre él, homicidio premeditado; en la voz de su defensor, alega que en todo momento creyó que se trataba de un intruso peligroso, por eso utilizó un arma de fuego como defensa. Resalta también la defensa, que al darse cuenta que se trataba de su novia, Oscar Pistorius, derribó la puerta con un bate de bésibol, le aplicó primeros auxilios mientras gritaba por ayuda, y trató en todo momento de salvarle la vida. Uno de los testigos de la fiscalía, vecina de Pistorius, afirma que escuchó “gritos espeluznantes” y luego los disparos, a lo que la defensa refuta explicando que los disparos sucedieron antes que los gritos, que los mismo eran del deportista, y que los golpes similares a los disparos fueron los que Oscar propinó con el bate de béisbol para derribar la puerta del baño.
El juicio recién ha pasado su segundo día, ambas audiencias han sido muy emocionales, en la primera, la madre de la modelo asesinada, estuvo sentada a escasos metros de Oscar y de los Pistorius, quienes no han dejado al corredor solo, ni por un minuto. La madre de Reeva Steenkamp ha dicho con anterioridad al incio de la primera audiencia, que si bien estaba lista para perdonar a Oscar, y más allá de lo que la justicia determinara, necesitaba primero que él la mirara a los ojos, para saber de primera mano el sufrimiento que le había causado. En la segunda audiencia, el llanto de una testigo por lo que escuchó aquella noche, ha marcado un punto alto en la misma. Tampoco han faltado los problemas entre el Juez y la prensa acreditada, a raíz de la filtración de la foto de un testigo del juicio. Sin contemplaciones, el honorable Masipa advirtió a los medios que se comportaran o “no serán tratados con guantes de piel en esta corte.”
El futuro de Oscar Pistorius y su libertad son inciertos al terminar el día. La condena que podría serle otorgada es nada más ni nada menos que cadena perpetua, y debería pasar 25 años tras las rejas, antes de poder solicitar libertad bajo palabra. Habrá que aguardar al veredicto para saber realmente si Oscar fué capaz de actuar con la frialdad de la premeditación, o por el contrario fué otra víctima de las circunstancias acaecidas en la noche más cruel de su vida.
