(PD BLOG)- Hagas una boda para 500 personas o para 15, algunas cosas siempre se repiten… No faltará la tía que te diga “¡Por fin!”, el borracho impertinente y los niñitos dormidos en las sillas. Aquí te dejamos una lista de las cosas que nadie te dijo pero que debes tener en mente.
1. La noche de bodas no es perfecta
La mayor parte de los recién casados coinciden en que la noche de bodas ha sido de las más horribles que han pasado juntos. Estarás cansada, tus pies estarán hinchados, tardarás horas en quitarte el vestido y el maquillaje, tu esposo (sí, ¡tu esposo!) estará tan cansado como tú. Así que no te sientas mal si no hay acción esa noche, tienes el resto de tu vida por delante para disfrutar a su lado.
2. Todos querrán opinar
Prepárate para enfrentar este hecho, tu familia, amigos y hasta desconocidos, todos tienen una opinión sobre lo que debería ser tu boda. Al final de cuentas es TU boda, así que sólo toma en consideración las opiniones que te sirvan, no te sientas mal por ignorar lo que te disgusta, no importa si el consejo viene de tu mejor amiga o de tu mamá. Es tú decisión.
3. Terminarás rendida
Planear una boda, es realmente cansón. Prepárate para meses y meses de agotamiento, no te sientas mal por desear que todo acabe pronto. Todas lo han pensado. Pero trata de disfrutar el momento.
4. Nada cambia radicalmente
Gracias a Hollywood, todas hacemos un gran escándalo cuando alguien anuncia que se va a casar. La realidad es que ahora mucha gente vive juntos antes de casarse y sí es así, las cosas no van a cambiar tan drásticamente. Sí tendrás un esposo, en lugar de un novio, tal vez una casa nueva, pero la vida sigue siendo básicamente la misma. No te asustes si no encuentras un cambio radical, ese lo irás viviendo con los años.
5. Algo va a salir mal
Mentalízate ante este hecho, el día de tu boda algo va a fallar. Desde grandes desastres como que tu vestido se manche con maquillaje hasta cosas pequeñas como que el grupo olvidó un conector para el discplay, es un hecho que algún detalle fallará. No pasa nada. Relájate y disfruta todo lo que sí va a salir perfecto.
6. Todos querrán ser parte
De la misma manera en que todos tienen algo qué decir sobre tus decisiones, todas las personas a tu alrededor esperan ser parte de este gran día. No te estreses, elige a la primera persona que venga a tu mente para cada tarea, desde madrinas y damas hasta lecturas en la Iglesia. Es un día para disfrutar, olvídate de los compromisos innecesarios.
7. La cortesía para los regalos
Es inexistente. Muchas de las cosas que te regalen no te van a gustar. No te sientas mal por regalar o cambiar algo, a final de cuentas es tu casa y será tu decoración. Si el regalo viene de tus suegros o de alguien muy cercano, lo mejor es ser sincera, sin herir a nadie, y decir “lo cambiamos porque decidimos pintar la pared de rojo en un futuro y no combina”.
Sólo recuerda agradecer a todos por sus atenciones y detalles. Recuerda que es tu día, dedícate a sacarle jugo a cada momento, a disfrutar al máximo de cada instante. Es tu día de princesa, no dejes que nada lo arruine, todo depende de la actitud con que lo vivas.
