Compaoré, que tomó esta decisión tras reunirse con su Consejo de Ministros, señaló que está dispuesto a negociar con la oposición y que el general del Ejército Gilbert Diendere será ahora el encargado de restablecer el orden en el país, informaron los medios locales.
Iniciará conversaciones con la oposición en un intento de calmar las protestas después de quecentenares de personas asaltaran esta mañana el Parlamento de Burkina Faso y la sede de la televisión estatal en una manifestación sin precedentes en el pequeño país de África Occidental.
Los enfurecidos manifestantes protestan por una votación que pretendía modificar la Constitución para que el actual presidente, Blaise Compaoré, pueda presentarse otra vez a las elecciones tras 27 años de gobierno.
La tensión ya se palpaba en los últimos días, tanto que incluso la Unión Europea había advertido que, de seguir adelante, la votación podría acabar con "la estabilidad, el desarrollo sostenible y el progreso democrático de Burkina Faso".
Varios miles de personas ya marcharon ayer por las calles de Uagadugú, la capital del país, un día después de que se produjeran fuertes disturbios tras una manifestación multitudinaria convocada por la oposición.
Los manifestantes han salido a la calle por lo que consideran una artimaña parlamentaria de los simpatizantes de Compaoré, que accedió al poder en 1987 tras un golpe de Estado y que ha ganado las cuatro elecciones que se han celebrado desde entonces.
Por el momento las autoridades burkinesas han decidido anular la votación, pero aún no está claro si es una decisión final o buscarán otra fórmula para sacar adelante el proyecto de modificación de la Constitución.