El tifus ha matado a 4 millones de personas desde su descubrimiento #DDIEPIDEMIAS

(PD BLOG) - Actualmente considerada como una de las diez pandemias más letales o mortíferas de la historia, la fiebre del tifus, también llamada solamente tifus, es una enfermedad bacteriana propagada por piojos o pulgas a causa de que dichos parásitos contagiados de la rata contaminan las heridas frescas de la piel ó el lugar de la picadura del insecto. Es importante recalcar que cualquier persona puede ver comprometida su salud debido al tifus pero tiene lugar comúnmente en zonas que presentan condiciones de vivienda en contacto con las ratas, es decir, insalubres o poco higiénicos. Por consiguiente y para que la enfermedad brote en modo pandemia, solo una sociedad lo suficientemente insana como para vivir rodeada de diferentes aves y mamíferos (que traigan consigo piojos, pulgas, ácaros y garrapatas) siempre será considerada candidata a verse afectada.

Si bien es cierto que el modo de transmisión no es directamente de persona a persona, como el Ébola por ejemplo, la gente adquiere tifus después de que las pulgas contagiadas a causa del roedor impurifican las recientes lesiones que una persona puede presentar en la epidermis del cuerpo. El tifus es causado por uno de dos tipos de bacterias, una que causa el tifus endémico y otra que causa el epidémico.

Por un lado el endémico es poco común en los Estados Unidos y generalmente se observa en áreas donde la higiene es deficiente y la temperatura es fría. La bacteria que causa este tipo se propaga de ratas a pulgas y a humanos. Mientras que por otro lado el tifus epidémico se propaga por los piojos que se presentan cuando la bacteria se reactiva en una persona previamente infectada y es más común en los ancianos.

Consecuentemente cada tipo de batería presenta una lista diferente de síntomas que abarcan desde dolor abdominal, dolor de espalda, fiebre extremadamente alta (que puede durar hasta dos semanas), tos seca, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, etc., para el tifus endémico y escalofríos, confusión, tos, delirio, fiebre alta, dolor articular, presión arterial baja, entre otros, para el tifus epidémico.

El hecho de que las señales de padecer la fiebre del tifus son diferentes de acuerdo a cuál tipo de bacteria es el responsable, hace referencia a que dicha enfermedad no es para pasarla desapercibida. Se debe tener conocimiento sobre cómo cuidarse y, en el peor de los casos, tratarse a la hora de verse afectado por dicho padecimiento pues el riesgo de muerte siempre estará sobre la mesa.

Es más, sin tratamiento, la muerte puede acontecer en 10 al 60 % de los pacientes con tifus epidémico ubicando a los pacientes mayores de 60 años entre los que presentan el mayor riesgo. Los pacientes que reciben tratamiento de manera rápida suelen recuperarse por completo pero menos del 2% de los pacientes con tifus endémico que no reciben tratamiento puede morir. El tratamiento antibiótico oportuno curará a casi todos los pacientes siempre y cuando se aplique a tiempo y de manera adecuada.

El tratamiento incluye antibióticos como Doxiciclina, Tetraciclina y Cloramfenicol (menos común). Se han llegado a presentar casos en donde los pacientes con tifus epidémico pueden necesitar líquidos intravenosos y oxígeno debido a que presentan un sistema inmunológico nada preparado como para defenderse del malestar.

La mejor manera para no contagiarse es evitar las áreas donde se puedan encontrar pulgas o piojos de rata, ratones y otros mamíferos pequeños que posiblemente sean portadores del germen que causa la enfermedad. Con buenas medidas higiénicas y de salud pública se reduce la población de estos animales.

Si bien es cierto que pueden parecer fáciles las medidas preventivas, se debe tener extremo cuidado ya que de detectarse demasiado tarde los riesgos de que se convierta en una pandemia llegarían a ser devastadores. Sin embargo, los avances tecnológicos han llegado al punto de permitir un control parcial y, si se quiere, en su totalidad de dicho malestar. En resumidas cuentas, desde que se descubriera la enfermedad (430 años a. C.), la fiebre del tifus se ha llevado la vida de unos 4 millones de seres humanos hasta el día de hoy.


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