(PD BLOG) El complejo mundo está compuesto por cinco continentes, cada uno con sus propios desvanes y calamidades. Allá en los sitios más recónditos donde la miseria parece tener vida propia se propagan enfermedades dejando cifras mortales, en el primer mundo, también. La modernidad de las grandes potencias no escapa, el afán subdesarrollado tampoco, las epidemias se expanden como una amenaza latente.
Desde siglos atrás enfermedades de todo tipo han acabado con pueblos enteros, agobiado gentilicios del imperio romano, la antigua Grecia y ahora, abaten a la sociedad moderna.
Las epidemias prevalecen, se expanden. Propagan sus efectos como producto incestuoso de la globalización, la gente viaja de un lado a otro, la Organización Mundial de la Salud enciende las luces rojas a todas las naciones, todos están en preaviso, hay unas epidemias temporales, otras latentes, y unas cuantas que pasan desapercibidas.
En la biblia se habla de epidemias y plagas, como aquellas que cayeron sobre Egipto, cada uno típica su nombre y sus efectos, unas empiezan a parecerse a otras, en algunos países hay más precariedad que otros.
Data de antes del siglo VI una de tantas, la Peste. Se ha propagado por el mundo entero, en cada región se arraiga con un modus operando similar, No hay ser vivo que se escape, al menos no los humanos y los animales, estos últimos con un mayor efecto, los roedores son letales al contagio.
En 1640 la peste devastó Sevilla. 58.945.171 muertes. Según la documentación el 46 % de la ciudad.
Treinta y nueve años más tarde, la Peste llegó a Viena, aquella imponente metrópolis austriaca era un cumulo de enfermos y hospitales abarrotados de pestilentes.
Distintas epidemias han abastecido de estudios científicos, tragedias mundiales y cooperación multilateral para coordinar las labores humanitarios, cruz roja internacional, organización de naciones unidos, unión europea, en su momento, la unión soviética. Todo un despliegue de diplomacia para combatir la suspicacia de las enfermedades.
La fulana gripe aviar aparece en 1800 infecta animales, gallos, aves, cerdos, es parte de una genética infectologa. Ya a finales de mil novecientos y a la próxima espera del nuevo milenio, en Hong Kong allá en Asia un hombre es diagnosticado con el padecimiento, la punta del iceberg. Así siempre empieza todo, primero uno, unos, unos cuantos y poco a poco se expande.
En este sentido, valió un sacrificio, millones de aves fueron exterminadas en Hong Kong, apenas 18 personas perecieron, evitar la propagación en humanos y la expansión global no podía titubear ante el exterminio avícola.
En el año 2004 pasó lo inevitable, la gripe cruzó fronteras, infectó cuantas aves y mamíferos pudo en la inmensidad africano y traspasó al viejo continente. , Poco después llegó a América Latina, México, Colombia, República Dominicana toda una ensordecedora campaña de prevención monumental, en el sur las fronteras se acortan y los males se propagan. Brasil con miras a la globalización amenazaba a la epidemia y también a las patentes, no dudarían en producir remedios ante una propagación.
Sin embargo, el mundo está plagado de epidemias, unas no tan mortales como otras, ni mediáticamente expectantes, embarazos precoces, enfermedades venéreas y otros tantos titubeos sanitarios que para unos no son cuestión de alerta, como en algún siglo lo fueron los leprosos.
La mayor protagonista pandémica, es la gripe AH1N1, unos la creen extinta, pero sigue latente, durante meses el mundo entero tenía prohibido darse las manos, un beso en la mejilla, poder aspirar los ácaros indiscriminados de alguien que tose. La influenza, gripe porcina o AH1N1 causó unas miles de muertos, y millones de infectados a principios del año 2009, fue un año de retos, Europa, Asía, América toda sumaban esfuerzos de reactivos.
La pandemia se infiltró en casas, hospitales, oficinas, universidades, el tiempo y las precauciones lograron degradar su expansión.
En pleno siglo XXI, las historias dantescas, otras apocalípticas y religiosas parecen ser espejo, desde el año 2000 la amenaza de virus, fines del mundo, se ha propagado en cada continente, tanto como la violencia o la miseria. Aparece una nueva, el cuerno de África se retuerce, la cierra leona ruje ante más de tres mil muertos y cientos de infectados por Ébola.
El mundo entero en alerta, otra epidemia, otro riesgo, se expande de a poco, apenas unos cuantos, la Organización Mundial de la Salud exige máxima seguridad sanitaria, el sistema de las potencias mundiales fallas. Las Epidemias desdoblan lo humano.