(PD BLOG) - Debido a que el 2014 se
encuentra a un día de ser historia de una vez por todas, se me hizo sumamente
necesario catalogar las mejores películas del año en curso. Siempre que veo una
cinta mi atención se enfoca en cuatro hechos que me parecen fundamentales para
que dicha película se diferencie del resto y son: la manera en cómo el director
emplea o juega con la cámara (planos y ángulos), la dirección de fotografía
(luz), la edición de las escenas y la naturalidad de los actores y actrices al
momento de desenvolver la trama.
La manera en cómo el
director decide utilizar la cámara en las distintas escenas de un filme es la
clave para que se despierte aquel interés en las personas por ver el
largometraje. Los ángulos de la cámara así como los movimientos de las mismas
en las escenas son responsabilidad plena del director. El mal uso de éste
aspecto pone en juego el buen desenvolvimiento de la trama pues se pierde
aquella esencia que nos conecta con la película.
La dirección de fotografía
es el cuarto cargo más importante (detrás del director, guionista y productor)
del equipo de producción de todo proyecto cinematográfico pues tiene la
responsabilidad de dar aquel toque singular de claridad en cada rincón de una
escena. Por ejemplo, el uso correcto de las sombras, tanto en objetos como en personas, durante un filme es trabajo del director fotográfico. Es importante
recalcar que la dirección de fotografía va de la mano con el director,
maquillador, director artístico, diseñador de producción, entre otros cargos
para el buen desenvolvimiento de la película.
Nuevamente el director
vuelve a decir presente en la edición de las escenas del largometraje si bien él
o ella no aparezcan en los créditos finales. Es decir, normalmente los
directores eligen a su editor de video de confianza para así estar presentes en
la sala de montaje dirigiendo y supervisando el proceso. En otras palabras, el
editor no toma de lleno su cargo, sólo lo complementa. La edición es el paso
primordial para que se entienda la historia; en qué momento cortar una escena,
cómo cortarla, desde donde iniciará la próxima, todo esto se realiza en la sala
de edición.
Por último pero no menos
importante, la elección de los protagonistas es clave para que la persona que
se encuentra viendo la película se identifique con el filme. Ellos deben
conectarse de lleno con el rol que se encuentran personificando para que la
historia sea creíble y a la vez guste a los ojos de la audiencia.
Tras lo explicado espero que
hayan entendido las bases en las cuales me enfoque para elegir las mejores
películas del año por lo que sin más preámbulos a continuación la lista:
10.-
Draft
Day (Decisión final)
Primero que nada, y es algo que debo reconocer, soy
amante del fútbol americano. Sin embargo, la manera en la cual este
largometraje está editado fue suficiente para incluirlo en la presente lista. Si
bien la trama es interesante no es una película que le gustará a todo el mundo
pues se trata del deporte n° 1 de los Estados Unidos pero su director, Ivan
Reitman (Ghost Busters, 1984), supo
combinar todos los elementos que se encontraban a su disposición para realizar
un filme lo suficientemente entretenido como para que la trama en sí pase
desapercibida. En otras palabras, visualmente hablando, la película marca la
diferencia.
9.-
Predestination
(Predestinación)
Uno de los aspectos que sin duda alguna merecen ser alabados
al respecto de esta cinta es que la actuación de Sarah Snook (Jessabelle, 2014) es extraordinaria pues
interpreta a una mujer y a hombre a la vez. Sinceramente sigo sin entender cómo
paso desapercibida y no ha recibido ningún reconocimiento. Por otro lado, me ha
encantado la manera en la cual se desenvuelve la trama, un thriller en su
máxima expresión, incluso podría catalogarse como la Inception (2010) del año en curso.
8.-
Still Alice (Siempre Alice)
En ningún momento de mi vida me imagine lo catastrófico
que es el Alzheimer. De eso se trata Still
Alice, de una exitosa madre (Julianne Moore) que repentinamente descubre
que tiene un tipo muy raro de la enfermedad y no hay manera de detenerlo. Moore
personificando a una persona con Alzheimer es sencillamente impresionante. Muy
bien merecida su nominación a Mejor Actriz Dramática en la próxima edición de
los Globos de Oro. Si bien en términos general la película tiene sus fallas, la
experiencia de Moore como actora complementa dichos “pelones”.
7.-
Libertador (The Liberator)
Los planos generales mostrando los infinitos paisajes
de nuestra hermosa Venezuela de la superproducción criolla dirigida por el
experimentado cineasta Alberto Arvelo y protagonizada por nada más y nada menos
que Édgar Ramírez bastaron para catalogarla como la séptima mejor película del
año. Me ha encantado no solo el trabajo de Xavi Giménez (The Machinist, 2004) en la cinematografía sino también la banda
sonora que el mundialmente conocido Gustavo Dudamel utilizo para complementar
la realización de una de las mejores películas venezolanas de todos los
tiempos. Los planos generales mostrando los infinitos paisajes de nuestra
hermosa Venezuela no se quedan atrás para marcar la diferencia.
6.-
Guardians
of the Galaxy (Guardianes de la Galaxia)
Desde mi punto de vista, ¿qué lista
de las mejores películas del año está completa sin, por lo menos, una
producción de Marvel Studios en ella? Esta primicia me llevó a la conclusión de
que los Guardianes de la Galaxia fue
el mejor trabajo audiovisual del 2014 de la casa de los superhéroes. A pesar de
que todos los elementos que tomo en cuenta están en orden, debo hacer énfasis y
a la vez una excepción en la banda sonora. Cada una de las canciones que forman parte de la banda sonora son lo suficientemente buenas como para complementar
la acción, aventura y drama que se vive en cada minuto del largometraje. En
pocas palabras, la puntuación que le di en el portal IMDb (10/10) se basa
plenamente en la banda sonora pues cinco de esos diez puntos le corresponden a
la música.
5.-
Gone Girl (Perdida)
Siempre he sido partidario de que los puntos de giro de
cualquier película son el punto clave para determinar si una cinta es buena o
no. Y esto fue lo que ocurrió con Gone
Girl de uno de mis cineastas favoritos, David Fincher (Fight Club, 1999). Basada en la novela de Gillian Flynn, el filme
relata la misteriosa y repentina desaparición de Amy Dunne (Rosamund Pike) de su
tranquilo vecindario. Todo parece estar bien hasta ahí y hasta incluso podría
decirse que es más de lo mismo pero créanme que no tienen idea de lo que les depara
luego de dicho punto de giro. En pocas palabras, luego del punto de giro supe
que la película iba a estar entre las mejores del año. Si bien Ben Affleck, quién
interpreta al esposo de Pike, actúa algo flojo en términos generales, Rosamund
Pike lo complementa con un trabajo actoral sin precedentes.
4.-
The
Grand Budapest Hotel (El gran Hotel Budapest)
De la mano del inigualable
cineasta estadounidense Wes Anderson (Moonrise
Kingdom, 2012) llega la cuarta mejor película del año. El toque único de
dicho gran director le da aquel aspecto minimalista que la convierte en grande,
en una exquisitez audiovisual. Desde cualquier punto de vista esta película está
muy bien hecha pues Anderson siempre se ha diferenciado del resto por realizar
largometrajes extraños (en el buen sentido de la palabra). La dirección, el
guion, la edición, la cinematografía y hasta la actuación del protagonista (Ralph
Fiennes) dieron como resultado una película no solo dramática sino también una
aventura cómica.
3.- The Babadook (Babadook)
Siempre seré fanático del cine independiente, de aquellas producciones que se
alejan de lo cotidiano, que no tienen nada que ver con Hollywood (que es lo que
siempre vemos), que cuestan muy poco realizarlas. Todas estas características se
las lleva The Babadook y no se
imaginan a lo que dieron como resultado. Probablemente el filme de horror más escalofriante
que se ha hecho y a la vez que menos trabajo llevó en cuanto a la realización
se refiere. La cinematografía jugó un papel fundamental pero se trabajó muy
bien y ni se diga del papel protagónico que la australiana Essie Davis (The
Matrix Revolutions, 2003) personificó. La trama es lo suficientemente rara y
triste como para atraparte desde el minuto 1. Es una película que deben ver una
madrugada solos en su casa pues no es lo que parece, confíen en mí.
2.- Interstellar (Interestelar)
La película más esperada del año que se convirtió en una película de culto para
mí a pesar de haya generado muchas opiniones muy malas al respecto. La mayoría
de estas opiniones enfocadas a un guion muy frio o muy basado en teorías físicas
que termina por aburrir a la audiencia. Sin embargo, esto me pareció que es
indiferente pues el largometraje va más allá de un guion. De por sí la trama es
atrapante, la necesidad de buscar vida en otros planetas se vuelve nuestro
objetivo primordial y Cooper (Matthew McConaughey) está presente para cumplir
dicha tarea. El viaje intergaláctico que realiza deja en segundo plano al guion
ya que lo que se disfruta visualmente hablando es algo que ningún ojo humano
vio jamás. Es decir, la película muestra cómo se vería un agujero negro si estuviéramos
en una nave espacial frente a él y lo que pasaría si lo atravesamos por
completo. Los efectos especiales son esplendidos y te dejan hablando de la
película semanas luego de verla.
1.- Boyhood (Boyhood:
Momentos de una vida)
Luego de ver esta película supe que iba a ser la mejor
del año y si bien por un tiempo tuve mis dudas sobre si Interstellar le quitaría el numero uno llegué a la conclusión de
que era imposible quitarle el primer lugar al largometraje que tardó 12 años en
realizarse. Si bien la trama de Boyhood es sencilla (La vida de un
niño/adolescente entre las edades de 5 y 18 años), lo que realmente te deja sin
palabras es la naturalidad con la cual dicho protagonista va creciendo y
madurando a medida que transcurren los años. Su realizador Richard Linklater (Before Sunset, 2004) se emprendió en un
viaje que duró 12 años de rodaje sin saber que estaba realizando una obra
maestra. El guion es espectacular y lo peor del caso es que es tan natural como
el desenvolvimiento de todos sus personajes. Linklater ha hecho historia al
llevar a cabo un proyecto como éste.