La librería, que es propiedad de una cadena llamada Eslite, abre 24 horas y sus horas más llenas son de 10pm a 4am los fines de semana. Los pasillos y las escaleras están siempre poblados de gente sentada leyendo; hay lectores en cada esquina, en cada mesa de estudio. Pero ¿qué es lo que atrae a tanta gente joven a meterse a una librería en lugar de a un bar o a una fiesta, por ejemplo? Y eso que Taipéi no carece de jóvenes en ánimo festivo.
Parece ser una combinación de varios afortunados factores. El primero es, por supuesto, que a la gente le gusta leer, y la libreríaTaipei's Eslite bookshop tiene más de 250 mil libros a la mano. La empresa Eslite, además, permite que los clientes lean las horas que quieran (la librería abre 24 horas) sin tener que comprar nada. ¿Pero cómo entonces generan dinero si nadie compra nada? Ese es el mejor de los trucos: en las instalaciones también hay una cava de vinos, tiendas de té, boutiques de ropa, una zona de comida y cafés. Además organizan performances, proyecciones de películas y exposiciones de arte, todos promocionando libros. La variedad de actividades que ofrece Eslite parece perfecta para que los lectores se distraigan un poco y luego regresen a sus libros. Y aun para que a uno se le antoje compartir momentos solitarios con otras personas inmersas en distintas historias.
La cultura de lectores en Taipéi, contenida por esta gran idea, está regresando las librerías al mundo.