Migración separa posturas de Cuba y EE. UU. : Latinoamérica

 La reunión de dos días se da  puertas cerradas.(EL TIEMPO) - Por primera vez en décadas, las banderas de Cuba y Estados Unidos ondearon a la par en el Palacio de Convenciones de La Habana enmarcando una reunión más sobre temas migratorios, que adquirió histórica relevancia por la decisión de sus presidentes de restablecer relaciones diplomáticas tras más de medio siglo de hostilidades. (Lea también: 'Hemos acordado que estamos en desacuerdo': Cuba).

Así se inauguraron los contactos de alto nivel que forman parte del deshielo ordenado por los presidente Raúl Castro y Barack Obama en diciembre pasado y que tendrá su punto cumbre este jueves cuando las conversaciones se centren en la normalización de relaciones con funcionarios del más alto nivel desde el intento realizado durante la administración de Jimmy Carter en los años 80.

Para esto ya está en la isla Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, la más alta funcionaria estadounidense que visita la isla de los Castro en 35 años.

La misión es trazar la hoja de ruta para la normalización y la reapertura de las embajadas, cerradas en 1961 tras el rompimiento de relaciones.

Los dos temas que más les preocupan a los cubanos son el embargo económico y la permanencia de Cuba en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo, lo que imposibilita a la isla para pedir créditos internacionales.
Washington dijo que la revisión de la lista “está en proceso”. El tema del embargo es más difícil, pues no depende de la voluntad de Obama sino de que sea levantado por el congreso, que en la actualidad está dominado por los republicanos.

La cita de este miércoles se circunscribió, según las partes, a los temas relacionados con la migración, un tema que desde tiempo atrás La Habana y Washington han abordado.

Las dos partes coinciden en su interés de buscar una “emigración legal, más segura y ordenada” y admitieron “avances”.

Librarse de ‘excluibles’

Los anfitriones buscan que la Casa Blanca cambie la política de ‘pies secos, pies mojados’ que otorga estatus legal a los cubanos que toquen tierra estadounidense, (véase recuadro) cuya administración adelantó que no tiene intenciones de levantar la ‘Ley de ajuste cubano’ y busca librarse de los ‘excluibles’, ciudadanos cubanos delincuentes.

Sin embargo, tanto el subsecretario asistente para asuntos del Hemisterio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, como Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) cubano destacaron el “ambiente constructivo” del encuentro bilateral.

Lee, que encabezó la delegación de EE. UU. destacó ante la prensa que “la naturaleza productiva y colaborativa de la discusión de hoy (ayer) prueba que, pese a las claras diferencias que persisten entre nuestros países, EE. UU. y Cuba pueden encontrar oportunidades para avanzar en nuestros intereses mutuamente compartidos”.

El funcionario destacó su “compromiso a potenciar la emigración legal”.
Sin embargo, aseguró que su gobierno “está totalmente dispuesto a mantener la Ley de Ajuste cubano”, que “seguirá guiando” la política migratoria de su país hacia la isla.

Por su parte, la cubana Josefina Vidal rechazó la permanencia de esa ley, que considera “el principal incentivo a la inmigración ilegal hacia EE. UU., al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a EE. UU. desde terceros países de ciudadanos cubanos que viaja legalmente al exterior”.

No obstante, señaló que el poderoso vecino del norte ha cumplido al conceder “más de 20.000 visas” para reunificación familiar, “más visas” para visitas temporales y destacó el “incremento de cooperación y comunicación en el enfrentamiento a la emigración ilegal, el contrabando de personas y el fraude de documentos”. También destacó la colaboración de sus respectivos guardafronteras en la lucha contra el contrabando humano.

Estados Unidos, por su parte, reclamó que Cuba acepte el “regreso de los excluibles”, ciudadanos cubanos residentes en EE. UU. que han delinquido en aquel país. Algunos de ellos salieron de la isla durante el éxodo de El Mariel de los años 80.

Pies secos y mojados

La ley de ajuste cubano de 1996 da beneficios a los cubanos que pisen territorio de EE. UU. que no tienen los demás inmigrantes, y por eso provoca el temor a que se desate una ola migratoria incontrolada. Cuba la denomina ‘Ley Asesina’, pues afirma que incita a la emigración ilegal desde la isla y porque ha dejado un número indeterminado de muertos en el mar.

Por su parte, la política de pies secos/pies mojados, aplicada en los últimos 20 años, permite a los cubanos ilegales que pisan territorio estadounidense quedarse legalmente en ese país, pero los capturados en el mar son devueltos a la isla.

En diciembre, 507 emigrantes cubanos ilegales fueron interceptados en el mar o llegaron a las costas de EE. UU., más del doble que en diciembre de 2013, según la Guardia Costera de EE. UU., por el temor a que la Ley de Ajuste sea derogada.

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