OPINION: Yo me quedo con los Patriots

Si a principio de temporada se hubiera hecho una porra entre los aficionados a la NFL preguntando qué dos equipos disputarían la XLIX Super Bowl, que esta noche se celebra en el University of Phoenix Stadium de Glendale (Arizona), muchos habrían acertado. La presencia de New England Patriots, líder de la Conferencia Americana, y Seattle Seahawks, dominadores de la Conferencia Nacional, no es ninguna sorpresa. Ambos han estado aquí antes.

Para los Pats es su séptima final, y la sexta para el que ha sido su santo y seña durante las últimas 15 temporadas, Tom Brady. Ningún otro quarterback ha disputado tantas Super Bowls como él, que ha sido pieza clave en los tres títulos que posee la franquicia de Boston. Si gana esta madrugada lucirá un cuarto anillo en sus dedos, igualando el récord que comparten los legendarios Joe Montana (49ers) y Terry Bradshaw (Steelers). A los 37 años tiene la experiencia y las cicatrices suficientes como para saber qué terreno pisa y no sentirse atenazado por la responsabilidad. El dúo que forma con el técnico Bill Belichick, con quien aterrizó en New England en el año 2000, es historia viva.
Vuelve el campeón

Seattle, en su tercera Super Bowl y con un anillo en las vitrinas, defiende el Trofeo Vince Lombardi que levantó la pasada campaña tras echar por tierra la reputación de Peyton Manning en una final en la que avasalló sin contemplaciones a Denver Broncos. Su jefe de operaciones es Russell Wilson (26 años), el quarterback peor pagado de la NFL 'es su tercera temporada y su contrato de novato aún está en vigor' pero quizá el más determinante, el que mejor se desenvuelve en situaciones límite. Su humildad es el catalizador de un equipo joven , agresivo y muy atlético que actúa con la cohesión de una jauría de lobos. Como sucede en el caso de su rival, estos Seahawks no se entenderían sin la capacidad estratégica de Pete Carroll, el técnico que ha modelado el talento y el carácter del equipo. 

Al igual que Belichick, es uno de los pocos 'head coaches' de la NFL que tiene atribuciones de 'general manager', lo que le permite influir decisivamente en la concepción y la confección de su plantilla.

Este partido, el epítome del 'show business' deportivo en Estados Unidos por toda la atención que concita, será el enésimo capítulo del precario duelo de equilibrios entre un ataque portentoso, el de New England, y una defensa impenetrable, la de Seattle. Precedentes en mano es la zaga la que suele ganar, pero las estadísticas sirven de poco cuando es a vida o muerte.

Brady dispone de una ofensiva espectacular, repleta de hombres determinantes en todas las demarcaciones: los receptores Julian Edelman, Danny Amendola y Brandon LaFell, los runningbacks Shane Vereen o LeGarrette Blount y sobre todo un tight end sin parangón en la NFL, Rob Gronkowski. Con 1.98 m. de estatura y 120 kg. de peso, parece imposible que sea tan ágil y coordinado y su presencia es un verdadero desafío para cualquier entramado defensivo.

Pero si hay una zaga capacitada para pararle, esa es la 'Legion of Boom' de los Seahawks, un imponente grupo de guerreros. El cornerback Richard Sherman infunde pánico en receptores y quarterbacks, el safety Kam Chancellor tiene tal capacidad física que intimida a los rivales y la anticipación de Earl Thomas le permite estar en el lugar correcto en el momento oportuno. Si Seattle es capaz de detener el arsenal de Brady, Russell Wilson y 'La Bestia' Marshawn Lynch pueden rematar a los Pats. El quarterback es móvil, rápido y difícil de defender, y el runningback es el más duro 'y seguramente el más loco' de la NFL.

Olvídense de los balones deshinchados: esta es una Super Bowl de lujo, con dos rivales dignos del partido más seguido del deporte 'pro' americano, me quedo yo me quedo con los Patriots. Cual es tu favorito?

Edson Davison

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