(ESPN) - Serena Williams superó a Maria Sharapova por 6-3 y 7-6 (5) y se coronó por sexta vez en el Abierto de Australia. En el global, alcanzó su 19° título de Grand Slam, tomando distancia de Martina Navratilova y Chris Evert (18), para quedar a solo tres de Steffi Graf (22), entre las más ganadoras de la Era Abierta.
En 3-2 y 30-30, la N°1 mostró su desencanto cuando la lluvia irrumpió en el Rod Laver Arena y forzó una pausa de 10 minutos para cerrar el techo.Serena comenzó el encuentro buscando imponer su potencia desde la primera pelota, presionando con la devolución y llevándose un rápido quiebre de ventaja para 2-0.
Apremiada y en frío, Serena hizo caso omiso a cualquier preocupación: ace, tiro ganador y 4-2. En suma, en el game siguiente quebraría en cero a una Sharapova que otra vez se mostraba irregular en el (re)inicio. La única laguna de la estadounidense en el partido tuvo lugar sirviendo para set en 5-2. En su peor game en el encuentro, la N°1 regaló su único quiebre de la noche con una doble falta y le dio algo más de suspenso al primer capítulo. Poco suspenso, en realidad. Porque cuatro pelotas después volvía a romper en cero el servicio de la rusa y facturaba la diferencia.
Hasta allí era todo de Serena. 11 tiros ganadores contra solo tres de Sharapova, números parejos en errores no forzados, pero una clara diferencia al servicio, con la N°1 obteniendo puntos gratis en situaciones complicadas y la rusa dependiendo mucho de su primer golpe. En efecto, Sharapova volvió a iniciar el set en apuros, 0-1 y 15-40. Pero sacó de la manga dos de sus cinco aces en el partido para mantener la paridad.En el segundo parcial, Sharapova asumió una actitud mucho más agresiva, aun teniendo que ganar dos o tres veces los puntos ante una Serena que desde su fuerza de brazos devolvía todo desde la base. Además, la rusa empezó a encontrar respuestas con el saque abierto y desde allí comenzó a diversificar la búsqueda.
Del otro lado, Serena llevaba esa versión al extremo: 0-30 en 2-2 y 3-3, combinó cinco aces (totalizó 18) y otros tantos saques ganadores para desarticular a una rival que nunca pudo leerle el servicio. Más de una vez, incluso, Sharapova se la jugó a uno u otro costado para recibir en una mejor posición, pero siempre quedó del lado equivocado. Antes de llegar al tiebreak, Serena tuvo su primer punto para campeonato en 5-4, pero una enorme derecha de Sharapova evitó la temprana conquista.
Ya en el desempate, pequeño catálogo de jerarquía de la N°1 y rápida diferencia para 4-1. Pero de lo mejor a lo peor: dos errores no forzados para 4-3 y nueva secuencia llegando a 5-4, sin miniquiebres. Con el saque de la rusa, otro paso al frente de Serena y ventaja de 6-4. Doble match point. El primero, como el anterior: todo mérito de Sharapova (que pasó de tres winners en el set inicial a 18 en el segundo). Ya con Serena al servicio, un cierre a tono: servicio abierto, ace, raqueta al piso y sonrisa... a medias. La bola tocó red, se repite el punto. Cero problema para la N°1: mismo saque potente, al mismo lugar, ace y, ahora sí, toda la gloria en sus manos.
Con su 19ª corona, entonces, la norteamericana quedó 19-4 en finales de Grand Slam, llegando además a 65 títulos en su carrera. Como agregado, estirará a alrededor de 1500 puntos la ventaja sobre la rusa en el ranking de la WTA.
"Felicitaciones por seguir escribiendo historia", la elogió Sharapova post partido en un sentido discurso en cancha. La rusa queda ahora con 16 derrotas consecutivas ante la N°1 (el historial completo es de 17-2 para Serena) y un record de 1-4 en finales en Australia (ganó en 2008, cayó en 2007, 2012 y 2015).