Balean a dos policías en protesta ante comisaría de Ferguson

(AP) - Dos agentes de policía fueron baleados el jueves de madrugada ante la comisaría en Ferguson, Missouri, donde una multitud se había reunido tras la dimisión del impopular jefe de policía de la ciudad en lo que el jefe de la corporación definió como "una emboscada" que fácilmente pudo haber causado la muerte de ambos.
Los disparos se hicieron cuando la manifestación comenzaba a disolverse. El jefe de la policía del condado St. Louis, Jon Belmar, dijo que uno de los oficiales, de 32 años, recibió un disparo en el rostro debajo del ojo derecho y la bala se alojó detrás de su oído, mientras que otro de 41 años procedente del condado de Saint Louis resultó herido en el hombro y la bala salió por la espalda.

Por la mañana ambos fueron dados de alta del hospital, de acuerdo con el vocero de la policía Brian Schellman.

Autoridades dijeron que los disparos fueron hechos con un arma corta a una distancia de unos 110 metros (120 yardas). La policía informó que algunos sospechosos fueron detenidos para ser interrogados pero no se han hecho arrestos.

De acuerdo con el sitio donde se encontraban los policías y la trayectoria de los proyectiles los disparos se dirigieron exactamente contra ellos, dijo Belmar.

Cuando se le preguntó si quien disparó estaba en la manifestación, Belmar se dijo "confiado de que quien lo hizo estaba ahí por malas razones".

La protesta ya es una escena cotidiana en Ferguson, en donde ha habido manifestaciones más grandes tras la muerte del adolescente negro Michael Brown a manos del policía blanco Darren Wilson. Un jurado de investigación decidió formular cargos contra Wilson, lo que desató disturbios pero el incidente del jueves fue la primera vez en que se dispara contra policías.

Antes de los disparos, algunas personas coreaban lemas para mostrar que no estaban satisfechos con las renuncias de Jackson y el gestor municipal John Shaw esta semana, indicó el St. Louis Post-Dispatch. Efectivos de varias agencias de seguridad rodeaban el edificio.

En un video grabado por un aficionado al que tuvo acceso Associated Press se oía el sonido de dos disparos y a un hombre gritando de dolor.

Alguien en el lugar, que no aparece en la imagen, dijo: "Reconocimiento hace nueve meses habría evitado que eso ocurriera".

Marciay Pitchford, de 20 años, estaba entre los manifestantes ante la comisaría. La protesta había sido en su mayoría pacífica hasta que sonaron los disparos, dijo a The Associated Press.

"Vi caer al agente y los otros agentes desenfundaron sus armas mientras otros agentes apartaban al agente herido", explicó. "De pronto todo el mundo empezó a correr o a tirarse al suelo".

Los disparos procedían del otro lado de la calle frente a la comisaría, dijo Belmar.

Después de la balacera, agentes con armas y material antimotines rodearon las instalaciones y más de una docena de autos patrulla bloquearon la calle.

Jackson fue el sexto empleado de la ciudad en dimitir o ser despedido tras la publicación de un informe del Departamento de Justicia que absolvió a Wilson de infringir los derechos civiles en el tiroteo. Wilson dimitió después de su puesto.

Otro informe del Departamento describió un sistema judicial centrado en los beneficios y unos prejuicios raciales rampantes en el departamento de policía de Ferguson.

El alcalde de la ciudad, James Knowles III, anunció el miércoles que el ayuntamiento había llegado a un acuerdo mutuo de separación con Jackson, según el cual se abonaría al jefe de policía un año de su salario anual de casi 96.000 dólares y cobertura médica. La renuncia de Jackson se hace efectiva el 19 de marzo, cuando Eickhoff se convertirá en jefe en funciones mientras la ciudad busca un sustituto.

Hasta ahora, Jackson se había resistido a las peticiones de los manifestantes y algunos cargos electos del estado de que dejara el cargo por su gestión del tiroteo de Brown y las semanas de protestas, en ocasiones violentas, que siguieron. Fue muy criticado desde el principio, tanto por la agresiva respuesta policial contra los manifestantes como una errática y poco frecuente publicación de información clave.

Jackson tardó casi una semana en identificar públicamente a Wilson como tirador y después avivó las tensiones en la comunidad desvelando el nombre de Wilson al mismo tiempo que un video de seguridad de una tienda que según la policía mostraba a Brown robando un paquete de cigarrillos y empujando a un tendero poco antes de su muerte.

En una rueda de prensa de 12 minutos, el alcalde de la ciudad, James Knowles III, dijo que Jackson había dimitido tras "mucha introspección" sobre cómo podría superar la comunidad las diferencias raciales derivadas del letal tiroteo del pasado verano.

"El jefe es la clase de persona honorable a la que no hay que acudir", dijo Knowles. "Él viene a uno cuando sabe que hay algo que debemos tratar con seriedad".

El responsable en funciones de la división de derechos civiles del Departamento de Justicia publicó un comunicado diciendo que el gobierno estadounidense sigue comprometido con alcanzar un "acuerdo vigente en un tribunal" para abordar las "prácticas inconstitucionales" de la ciudad, al margen de quién esté al cargo en la ciudad.

Jackson supervisó la policía de Ferguson durante casi cinco años antes del tiroteo que desencadenó meses de inestabilidad en toda la región de St. Louis y atrajo la atención internacional sobre la ciudad, de 21.000 habitantes y de mayoría negra.

Además de Jackson, dos agentes de policía renunciaron y el administrativo del tribunal de Ferguson fue despedido la semana pasada. También el juez que supervisaba el sistema judicial local dimitió, y el Consejo de la Ciudad aceptó el martes su acuerdo de separación con Shaw, el gestor municipal.

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