(TELEVISA) - Los llamados del Fondo Monetario Internacional (FMI) a avanzar en reformas económicas estructurales para impulsar un crecimiento global "desigual" quedaron en segundo plano frente a un nuevo capítulo en la negociación sobre la crisis de Grecia, durante la reunión de primavera del organismo y el Banco Mundial (BM) que concluyó este domingo.
"Esta no es una cuestión de llegar rápido a la meta, es una cuestión de hacer todo el trabajo que hay que hacer", señaló Christine Lagarde, directora gerente del FMI en la rueda de prensa de cierre del encuentro, que ha reunido en Washington a los líderes económicos globales sobre los diálogos para estabilizar la situación financiera en Grecia.
Aunque todos comunicados del Fondo durante el encuentro se centraban en el crecimiento "desigual" global y los crecientes riesgos financieros por la excesiva confianza en la política monetaria en algunos países, las conferencias de prensa se convirtieron en recurrentes cuestionarios sobre Grecia.
El primer día de reuniones formales, el jueves, se escenificó la diferencia en el seno de la zona euro con las conferencias en el centro de estudios Brookings de la capital estadounidense del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y su homólogo homólogo griego, Yanis Varoufakis.
Schäuble aseguró que el problema de Grecia no es la reestructuración de la deuda, sino lograr que la economía sea más "competitiva y efectiva", mientras que Varoufakis insistió en que Atenas está dispuesta a hacer compromisos, pero no aceptará un plan impuesto desde fuera.
Las tensiones entre Grecia y sus acreedores internacionales (la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI) han repuntado en los últimos días ante la falta de una lista de reformas detallada por parte de Atenas como condición para recibir un nuevo tramo de financiación dentro del rescate internacional, de 7,200 millones de dólares.
Lagarde rechazó una las opciones planteadas, el posible retraso de los pagos debidos al FMI, al explicar que "no es un curso de acción recomendable".
Al igual que el Fondo, la presión sobre Grecia también creció por parte de las otras instituciones, como el BCE o CE, e incluso el Gobierno estadounidense, que hasta ahora había ofrecido el beneficio de la duda al nuevo Gobierno griego de Alexis Tsipras.
Mario Draghi, el presidente del BCE, advirtió en Washington que se necesita "mucho más trabajo" de forma "urgente" para llegar a un acuerdo sobre el programa de rescate.
Y subrayó que "la respuesta está en manos del Gobierno griego".
En la misma línea se expresó el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, al urgir a Grecia que "asuma el liderazgo" en las negociaciones con los acreedores internacionales y ofrezca un plan "detallado" para continuar con el rescate internacional.
Otro de los temas imprevistos que se convirtió en una de las cuestiones más debatidas entre los asistentes al encuentro del FMI y el BM fue la detención del ex director del Fondo entre 2004 y 2007, Rodrigo Rato, por las autoridades españolas dentro de una investigación por fraude y blanqueo de capitales.
Si bien el organismo eludió comentar oficialmente la noticia, lo cierto es que existe cierta preocupación de que pueda empañar la reputación del organismo internacional después de los últimos tres directores del FMI (Rato, Dominique Strauss-Kahn y Lagarde) hayan tenido que responder ante la justicia por diferentes casos.
Sobre este punto se expresó el ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, quien pese a reconocer el "caso Rato" ha sido "duro desde el punto de vista personal", indicó que cree no que "afectará a la credibilidad del Fondo".
"El Fondo está por encima de este tipo de cuestiones, sigue siendo una institución vital para coordinar las políticas en el mundo, y a la hora de dar financiación", agregó De Guindos ante los periodistas al término de la asamblea.
La próxima reunión del FMI y el BM se celebrará en Lima, Perú, entre el 9 y el 11 de octubre.