Si el contenido de esa lista se cumple, se cortará de forma significativa la capacidad de Irán para fabricar bombas atómicas al tiempo que Teherán tendrá un rápido acceso a cuentas bancarias, mercados de petróleo y otros activos financieros bloqueados por las sanciones internacionales. Sería el primer éxito importante para Estados Unidos y sus socios en más de una década de esfuerzos diplomáticos entrados en frenar el avance nuclear de la República Islámica.
Pero el acuerdo está lejos de estar terminado. Las partes han estado trabajando en un resultado sustancial durante casi dos años. Después de una semana de arduas negociaciones, el jueves lograron sólo elaborar una serie de compromisos en los que todavía hay que trabajar en detalle antes de la nueva fecha límite, el 30 de junio.