Anatomía del desayuno perfecto

(ABC) - Las redes sociales son un fiel reflejo de que las modas también afectan a los desayunos. Los «cupcakes» y los «cronuts» tuvieron su momento en los desayunos que las celebrities compartían en sus perfiles, pero las tendencias están cambiado y los hábitos saludables se están imponiendo. Kaiku Sin Lactosa nos da la receta para acertar con la comida más importante del día y conseguir un desayuno completo y saludable.

La norma 60-15-25
Si se convierte el desayuno en un gráfico circular, los desayunos tendrían forma de tres segmentos claramente diferenciados según la norma 60-15-25 siendo un 60% hidratos de carbono, un 15% proteínas y un 25% grasas saludables que traducido a alimentos es:

Fruta: Nunca se debe decir «no» a un zumo de naranja recién exprimido aunque otro tipo de frutas son igual de beneficiosas. El plátano, por su aporte en carbohidratos, fibra y potasio, es un buen compañero para desayunos light. Los frutos rojos son toda una revelación: combinan con todo y tienen un fuerte potencial antioxidante.

Lácteos: Un desayuno sin leche es menos desayuno, y por eso los lácteos no pueden faltar en la primera comida del día. Eso sí, asegurando una buena digestión: los lácteos sin lactosa se convierten en la mejor opción. El desayuno «lácteo» proporciona energía y ligereza durante la mañana, añadiendo además nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas y calcio, y son versátiles y ligeros.

Hidratos de carbono: El cuerpo necesita hidratos para funcionar desde primera hora de la mañana. Frente a la bollería industrial, se debe optar por hidratos más saludables, como los derivados de los cereales integrales: además, contienen vitaminas, minerales y fibra. El muesli con yogur es una combinación ganadora para un desayuno equilibrado. Para los que desayunen en la oficina, las galletas de avena pueden ser otra opción: rápido, fácil y sin requerir preparación.

Grasas saludables: Aunque parece que con sólo nombrarlas nos salen sarpullidos, las grasas saludables son tan necesarias como respirar. Para incluirlas en el desayuno en el porcentaje adecuado, lo más recomendable es optar por frutos secos como nueces y almendras. Aportan la cantidad justa de proteína y grasas saludables para garantizar un desayuno completo, aparte de garantizar otros beneficios nada desdeñables para la salud: neuronales, cardiovasculares y de control del apetito.

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