"Los Minions", en diez pistas

imageRotate(EL UNIVERSAL) - La historia. Los minions son unos seres amarillos que, desde la época de los dinosaurios, están al servicio de los grandes villanos. El tiranosaurio rex, un faraón egipto, Napoleón, el Conde Drácula. Hasta que, tras años sin tener un amo, Kevin, Bob y Stuart –los protagonistas– viajan en busca de un nuevo criminal al que obedecer. De su aldea en la Antártida a Nueva York, de Orlando a Londres. Y así.

La antihéroe. Scarlet Overkill es la mala de la película. La criminal, gran atracción en una convención de villanos a la que asisten los minions, desea robarle la corona a la Reina de Inglaterra para tener el poder. Los pequeños personajes amarillentos –suerte de pastillas con cabezas similares a Homero Simpson– se ponen a su servicio para lograr el objetivo. Sólo que su ama, minutos después, se les vuelve en su contra.

Los protagonistas. Kevin, el más alto y rebelde de todos los minions, propone la aventura de emprender el viaje para salvar a su tribu; Stuart, un bichito de un solo ojo con aires de guitarrista, le sigue; Bob, el más bebé de su especie, se suma a la travesía ante la falta de voluntarios. Tres criaturas adorables que por, sus genes, nada más piensan en hacer daño. Sólo que hasta eso les sale mal.

Gru. Los minions es una precuela de Mi villano favorito. Un spin-off (entiéndase: término anglosajón que se refiere a un proyecto nacido como extensión de otro) de aquella franquicia. Y, claro está, hay guiños a la saga que dio origen a los personajes. Los hechos de la nueva cinta se desarrollan 42 años antes de Gru, que hace una mínima aparición en pantalla. Apenas es un niño que empieza a hacer el mal.

Los directores. El francés Pierre Coffin, correalizador de Mi villano favorito junto con el estadounidense Chris Renaud, se hizo cargo de Los minions, ahora en compañía del también norteamericano Kyle Balda, el mismo que –con el propio Renaud– había hecho Lorax: En busca de la trúfula perdida. Ninguno de los dos –de los tres, incluso– ha realizado otro largometraje que no sean los ya mencionados.

Las voces. La versión latinoamericana de Los minions cuenta con el doblaje de Thalía y Ricky Martin. La mexicana le pone voz a la villana Scarlet Overkill, mientras que el puertorriqueño interpreta a su esposo Herb. Edgar Vivas (el Señor Barriga de El chavo del 8) es uno de los guardianes de la corona. La película en inglés trabajó con las voces de Sandra Bullock y Jon Hamm.

El idioma. Los minions hablan un galimatías que, por momentos, cuesta entender. Pierre Coffin, que además da voz a Stuart, Bob y Kevin, fue el creador del lenguaje. Hay algo en inglés, en castellano, en francés, en coreano, en ruso. "Se trata de una mezcla de todos los idiomas del mundo con la intención de encontrar un ritmo mágico y una melodía que haga que el sinsentido tenga sentido", dijo el director.

La música. La banda sonora de Los minions es, quizás, lo más destacado de la película. The Beatles, The Doors, Jimi Hendrix, Aerosmith, The Rolling Stones. Piezas musicales para tratar de enganchar a los adultos. Hay una escena postcrédito en la que todos los personajes que aparecen en la historia interpretan Revolution. No se salga de la sala hasta el final.

La crítica. La prensa especializada ha alabado y rechazado a Los minions. Dos ejemplos: "Una fusión enérgica de humor adulto poco convencional mezclado con la sensibilidad de un niño anárquico" (Screendaily); "Pensada para conseguir risas de su público más infantil. No de sus padres. Si fuera un juguete, esconderías sus baterías" (Entertainment weekly).

El dinero. Los minions tuvo un presupuesto de 85 millones de dólares, algo más que Mi villano favorito (69 millones) y su secuela (76 millones). La franquicia ha recaudado más de mil quinientos millones de dólares en todo el mundo, que se suman a los 141 millones que ya lleva la nueva cinta en los países en los que se ha estrenado. Y lo que falta.

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