(LA NACIÓN) - Es el lugar que los auténticos fanáticos de Harry, Ron y Hermione muren por conocer. Y el único donde un muggle (en la jerga de la serie, los que no son magos) puede sentirse mago por el tiempo de una visita. Los sets de filmación de Warner, en el este de Londres, fueron reciclados en un complejo de atracciones cuando se apagaron las camara el último día de rodaje. Queda en Leavesden, antigua base militar; allí, bajo un inmenso galpón, se han conservado y puesto en valor los más emblemáticos decorados de las ocho películas: la gran sala del comedor de Hogwarts, la habitación de Harry y Ron, la casa de Hagrid, la oficina (rosada) de Dolores Umbridge, la imponente fachada del Ministerio de la Magia, el comedor del burrow (la casa de la familia Weasley) y otros.
El nivel de detalle es increíble, hasta la más pequeña etiqueta pegada en los frascos de la clase de pociones de Hogwarts. También se ven algunos decorados en exteriores y piezas que muestran cómo se hicieron máscaras y algunos trucos. La visita finaliza con una gran maqueta del castillo-escuela. El realismo es tal que uno puede imaginarse volando alrededor de ella sobre una escoba mágica. Por cientos de razones, es el primer lugar en la lista de visitas de cualquier aspirante a mago.
2- Orlando. Un gran juego
Otro imperdible es el sector dedicado al Wizarding World de Harry Potter en los parques Universal de Orlando (Florida). O en el Universal de Osaka, en Japón. Habrá un tercero el año que viene, en Los Angeles.
El éxito del primer parque fue tal que hizo aumentar notablemente la cantidad de visitantes y se procedió muy rápidamente a ampliar el sector, utilizando el espacio que había sido durante décadas el de la atracción basada en la película Tiburón. La mayor construcción del complejo es una réplica del castillo de Hogwarts y una calle del pueblo de Hogsmeade. Sus techos nevados son exóticos bajo el implacable sol de Florida, pero los visitantes prestan más atención a los juegos (dos montañas rusas y un recorrido parte en decorados y parte virtual) y los negocios de recuerdos y réplicas, como las varitas mágicas de la casa Ollivander. La extensión del parque permitió agregar una réplica de Diagon Alley (la otra está en Londres en los ex studios Warner) y del banco Gringotts. Un consejo para los que se desaniman frente a las largas colas en las tiendas (luego de haber esperando en colas igualmente largas para cada juego): comprar los recuerdos del Mágico Mundo de Harry Potter en la tienda Universal del aeropuerto de Orlando.
3- Oxford. Una porción de Hogwarts
Inglaterra es el país de los edificios universitarios góticos. J K Rowling podría haberse inspirado en varios de ellos para describir el ámbito tenebroso de los pasillos y las salas de clase de Hogwarts. Pero fue el Christ Church College, en Oxford, el elegido por los productores para filmar escenas interiores de la escuela de magia.
Este college es el más grande de la Universidad de Oxford. Fue construido a partir de 1525 por el cardenal Wolsey (el más influyente consejero de Enrique VIII) y entre sus alumnos más notables estuvieron Lewis Carroll y el rey Eduardo VII. Se puede visitar y comprobar que, sin dudas, su gran comedor inspiró el de Hogwarts.
También se filmó allí la mayor parte de las escenas en las escaleras. Entre tanto realismo, es un poco decepcionante no ver los personajes de los cuadros moverse ni encontrar ningún candelabro flotante bajo los techos. Son modernos led -pero muggles- los que encienden los rincones oscuros de Oxford.
4- Edimburgo. La gran mesa inspiradora
El éxito colosal de la saga de novelas hace más interesante la anécdota de su creación. ¿Cuántas veces se leyó o escuchó que JK Rowling pasó horas y horas sentada a la mesa de un bar escribiendo una novela de aprendices de magos? Este lugar existe, se llama The Elephant House y se convirtió en un lugar de devoción para decenas de miles de lectores apasionados. Tanto que hay que hacer la cola y esperar bastante antes de ser atendido.
Los puristas buscan una mesa cerca de las ventanas cuya vista da sobre el castillo de Edimburgo, ahí mismo donde solía sentarse la novelista. Hay elefantes por doquier, para cumplir con el nombre del lugar y varios cuadros con notas sobre la historia de la génesis de Harry Potter.
JK Rowling no es la única, sin embargo, que contribuyó a la fama del pub más famoso de Escocia: desde su inauguración en 1995 también ha recibido con frecuencia a Ian Rankin, padre del inspector Rebus (autor de la serie de novelas negras más famosas de Escocia) y Alexander McCall-Smith, creador de Mma Ramotswe, la primera lady-detective de Botswana y protagonista de novelas entrañables.
5- Londres. El andén detrás de la pared
Hay muchos lugares en Londres vinculados con las novelas o las películas de la saga, como el reptilario del zoo londinense donde se filmó la escena de la serpiente pitón en el primer capítulo.
De hecho hay varias agencias que organizan caminatas temáticas, como el Muggle Tour. Si no alcanza, se puede dormir en una habitación inspirada en las de Hogwarts, en el Georgia House Hotel. Este privilegio es costoso ya que hay que calcular más de 200 libras por noche en habitación doble. Pero hay un lugar en particular que convoca a todos: los que eligen las visitas guiadas, los de las habitaciones curiosas y los que solamente están de paso. Es el anden 9 ¾ de la estación King's Cross, en el centro de Londres.
Un carrito para valijas está a punto de cruzar totalmente la pared. Como sobresale todavía su manubrio del lado muggle de la estación, uno se puede sacar fotos empujándolo, como si estuviese por cruzar la pared para subirse a bordo del Hogwarts Express.
