(PD BLOG) Los
logros de Nelson Mandela tuvieron un precio enorme para él y para su familia.
Su sacrificio sirvió no solo a la gente de su propio país, Sudáfrica, sino que
hizo del mundo un lugar mejor para todas las personas, en todos los lugares… Él
nos enseñó el camino, cambió el mundo.
-
Secretario General Ban Ki-moon
¡Movilízate, suscita el cambio!
¿Tiene 67
minutos de su tiempo para ayudar a los demás?
Este año
en el día en que se celebró a Mandela, la fundación que lleva su nombre pidió
exactamente eso.
«Dedíquele
67 minutos de su tiempo» – uno por cada año de servicio público del Señor
Mandela – fue un pequeño gesto de solidaridad con los seres humanos y un paso
en la movida mundial para el bien.
Este año,
el personal de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York trabajó
voluntariamente en la Misión
de Bowery para
preparar y servir comida a los indigentes. En Nueva
York, 18 de julio de 2011, las personas se unieron y regalaron 67 minutos de su
tiempo para ayudar a su comunidad en el Día de Nelson Mandela.
He aquí
sólo unos ejemplos de cómo puede movilizarse y suscitar el cambio, como
lo hicieron muchos en el día de Nelson Mandela:
- Haga una nueva amistad. Conozca a alguien nuevo de una cultura diferente. Solamente comprendiéndonos podemos eliminar de nuestras comunidades la intolerancia y la xenofobia.
- Léale al que no puede. Visite una casa para ciegos y ábrale las puertas de un mundo nuevo a otra persona.
- Ayude en el refugio para animales de su comunidad. Los perros que no tienen hogar necesitan también que los caminen y un poco de amor.
- Ayude a alguien a encontrar trabajo, ayúdele imprimiendo su curriculum vitae, o entrenándole para entrevistas.
- Muchas personas enfermas de muerte no tienen a nadie con quien hablar. Tómese el tiempo de conversar con ellas y llevarles un poco de alegría.
- Hágase la prueba del VIH y anime a su compañero(a) que también se la haga.
- Lleve a alguien que conozca y no pueda pagar a examinarse la vista y los dientes.
- Regale una silla de ruedas o un perro guía a alguien que lo necesite.
- Compre unas cuantas cobijas o agarre algunas suyas que ya no necesite y regáleselas a un necesitado.