
Las autoridades estiman que hay entre cinco y 10 personas atrapadas entre los escombros. En el momento del derrumbe había 35 operarios trabajando en el lugar.
La televisión brasileña ha mostrado a los rescatistas cubriendo con frazadas de colores a los heridos: las rojas para los más graves y el amarillo y el verde para los menos graves.
Uno de los rescatados fue localizado porque utilizó su teléfono celular para comunicarse.
"Ahora es un trabajo lento, de mucha cautela, porque para retirar a las víctimas que están bajo los escombros se necesita mucha técnica y paciencia", declaró a el capitán de Bomberos, Marcos Palumbo. "Es un trabajo crítico", añadió.