MetLife Stadium, el recinto del SB XLVIII #SuperBowlxPDBLOG

(ESPN) - Año con año, la NFL busca brindarle a sus aficionados experiencias únicas y el Super Bowl es un gran pretexto para atraer nuevos círculos, así que, por qué no intentarlo al llevar el partido por el título a uno de los estadios más modernos y funcionales, no sólo de la liga sino en el mundo, que cuenta con una capacidad entre 80 mil y 90 mil asistentes, dependiendo del evento.

El MetLife Stadium apenas cumplirá, en abril próximo, cuatro años de haber sido inaugurado y cada evento es una prueba fehaciente que es capaz de satisfacer a los asistentes más exigentes, al ser sede de conciertos con algunos de los artistas más solicitados en el orbe, ser la casa de dos equipos cuya liga es muy escrupulosa en cuanto a las facilidades otorgadas a sus aficionados, y también en eventos religiosos, entre otras cosas.
Desde sus inicios, el MetLife Stadium ha maravillado a cuanta persona ha podido disfrutar de este recinto, ya sea acudiendo al mismo o por televisión.

Los dueños de los Giants y los Jets armaron un proyecto muy ambicioso para dejar en claro el porqué es el único estadio de la liga que cuenta con la capacidad de transformarse por completo, para que sus aficionados lo sientan único y no lo compartan con otro equipo, ya que desde afuera uno puede darse cuenta de quien está fungiendo como local al cambiar los colores a verde o azul, según sea el caso, o en su defecto al que el evento en cuestión lo requiera.

Con un costo aproximado de 1,600 millones de dólares, los arquitectos iniciaron las obras el 5 de septiembre del 2007 y, contrario a lo que se podría pensar, fueron capaces de terminarlo antes de lo planeado y ajustarse perfectamente a lo que el presupuesto les indicaba.


Ante los requerimientos de diversas organizaciones preocupadas por el entorno, este estadio ha sido reconocido por la agencia de protección al medio ambiente como líder en la conservación de agua, carbono, energía y la reducción de residuos sólidos, al tiempo que se utilizaron alrededor de 40 mil toneladas de acero reciclado para su edificación, mientras que gran parte del otrora recinto de los Jets y los Giants fue también reutilizada para proyectos en la zona aledaña.

Los aficionados hoy en día viven un espectáculo alterno cuando acuden al estadio a apoyar a su equipo y en ningún momento se pierden los detalles del partido, ya que cuenta con más de dos mil monitores a lo largo y ancho del mismo para que cualquiera que desocupe su asiento, pueda seguir observando las incidencias. También cuenta con cuatro pantallas gigantes, en cada una de las esquinas, para vivir las repeticiones o las acciones desde diversos ángulos.

Por si fuera poco, y ante las dudas de si será capaz de estar listo para recibir el Super Bowl XLVIII como la liga lo requiere ante una probable nevada, el cuerpo de mantenimiento se amplió a 1,600 elementos, el doble de lo que se utilizan cuando los Giants o los Jets fungen como locales.

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