(PD Blog) Estados Unidos es una potencia mundial no solo en el área militar, económica y política sino también en sus sistemas de seguridad informáticos, o por los menos eso se pensaba hasta el año 2002 cuando el hacker británico Gary Mckinnon confesó haber intervenido el sistema informático de las fuerzas armadas estadounidenses y la Administración Nacional de Aeronáutica (NASA) en [por] sus siglas en inglés.
Mckinnon apodado como el hacker “Solo” era una joven administrador de sistema desempleado quién al ser capturado confesó haber ingresado en 1997 al sistema TI de las fuerzas armadas norteamericanas, fue acusado de asaltar 97 computadoras militares, entrando a redes de la NASA, el departamento de defensa estadounidense, la marina y la fuerza aérea norteamericana así como una del Pentágono.
Aunque no logró demostrarse, distintos investigadores afirman que una de las vías que usó Gary Mckinnon para lograr ingresar al sistema informático norteamericano sin ser percibido fue a través de la Deep web, motivado por su obsesión con los ovnis.
A los 15 años, McKinnon [Podemos agregar fotos de McKinnon] se hizo miembro de la Asociación Británica para el Estudio de los Ovnis y, desde ese entonces, su afición se convirtió en obsesión, el interés y a la vez su único objetivo era encontrar información o evidencia de ingeniería extraterrestre, entre sus declaraciones dijo haber visto una fotografía de una perfecta nave extraterrestre y que la armada norteamericana consiguió fabricar un sistema de propulsión anti gravedad utilizando material recobrado de naves extraterrestre.
Fue arrestado bajo la ley de uso indebido de computadores por la unidad de delitos tecnológicos británica en el año 2002, y ese mismo año imputado por el gobierno de los Estados Unidos quien durante 10 años solicitó su extradición para ser juzgado por más de 14 delitos y enfrentar una pena de más de 70 años, sin embargo, En 2006, el tribunal supremo británico falló que McKinnon podría ser extraditado a EE.UU, pero su abogado apeló al tribunal europeo de los derechos humanos con el fin de evitar la extradición, en 2007 Estados Unidos apeló a un tribunal en Londres y fue en 2012 cuando formalmente se negó la petición al gobierno norteamericano.