
En un discurso en una mezquita de Teherán acompañado de gritos de "Muerte a Estados Unidos" y "Muerte a Israel", Jamenei dijo que quería que los políticos examinaran el acuerdo para garantizar la preservación de los intereses nacionales, ya que Irán no permitirá la alteración de sus principios revolucionarios o su capacidad de defensa.
Jamenei, un conservador extremo que tiene la última palabra en los asuntos de Estado, utilizó repetidas veces la frase "si este texto es aprobado o no", lo que implica el acuerdo aún no ha ganado el respaldo definitivo de las fuerzas políticas.
Independientemente de si el acuerdo es aprobado o desaprobado, nunca vamos a dejar de apoyar a nuestros amigos en la región y al pueblo de Palestina, Yemen, Siria, Irak, Bahrein y Líbano. Incluso después de este acuerdo a nuestra política con respecto a los arrogantes Estados Unidos no va a cambiar", dijo.
En virtud del acuerdo alcanzado el martes, las sanciones impuestas contra Irán serán eliminadas gradualmente a cambio de que Irán acepte restricciones en su programa nuclear.
Irán considera que su programa nuclear como un emblema de la dignidad nacional y del dinamismo ante décadas de hostilidad por parte de los países occidentales que se opusieron a la revolución islámica de 1979.