(FESTIVALCANNES - PD BLOG) - A tan solo tres días de la finalización de uno de los festivales de cine más importantes en todo el mundo sin duda alguna se debe recalcar la manera con la que Cannes ha organizado este evento. Un trabajo sin precedentes que se encuentra a punto de terminarse pero que deja un legado y otra página más en la historia de tan aclamado Festival. Sin más preámbulos el día de hoy comenzó con el estreno de la película estadounidense Nebraska dirigida por el mundialmente conocido cineasta, ganador de dos Premios de la Academia, Alexander Payne. Dichos reconocimientos fueron recientes, el primero lo obtuvo en el 2005 en la categoría Mejor Guion Adaptado por Sideways y el segundo lo recibió el año pasado en la misma categoría por The Descendants. En esta ocasión, Payne se encuentra participando en la categoría más importante del evento, la que entrega la Palma de Oro.
Nebraska fue filmada en blanco y negro a través de cuatro estados americanos, la película combina actores profesionales con actores no profesionales y aspira a reflejar el estado de ánimo y los ritmos de sus lugares exóticos. El filme nos cuenta la vida de un hombre pobre que vive en Montana y decide escapar de su casa para ir a Nebraska para reclamar un premio que piensa que ha ganado a través de un sorteo. Con ayuda de uno de sus hijos, quien se ofrece llevarlo en coche, emprende este dramático viaje.
El filme filipino North, the End of History fue la siguiente proyección cinematográfica en visualizarse. Cuenta con la dirección y un guion realizado por el cineasta Lav Dias, conocido por haber recibido más de 10 premios y más de 15 nominaciones en distintos eventos del mundo del cine alrededor del globo. La cinta nos cuenta el drama vivido de un hombre que es injustamente encarcelado por asesinato mientras el verdadero asesino sigue en libertad. El asesino es un intelectual frustrado por el ciclo sin fin de traiciones y apatía de su país. El prisionero es un hombre simple que encuentra la vida más soportable en prisión cuando le ocurre algo extraño y misterioso. Se encuentra en competición en la categoría Un Certain Regard.
A continuación fue proyectada la segunda película del día que está en la carrera para llevarse la Palma de Oro este fin de semana. Dirigido y escrito por el cineasta tunecino, ganador de dos premios César, Abdellatif Kechiche llega Blue is the Warmest Colour. A pesar de esto, la película es plenamente francesa y narra la vida de Adele, quien a los 15 años no lo cuestiona: una chica sale con chicos. Su vida da un vuelco repentino cuando se encuentra con Emma, una joven con el pelo azul, que le permitirá descubrir el deseo, de hacer valer a sí misma como mujer y como un adulto. Es un drama de cómo ella crece, se busca a sí misma, se pierde a sí misma y se vuelve a encontrar.
La película alemana Nothing Bad Can Happen se estrenó seguidamente y fue dirigido y escrito por la cineasta Katrin Gebbe, quien relativamente va comenzado en este campo ya que es el primer largometraje que tiene la oportunidad de dirigir, anteriormente realizó el cortometraje Sores & Sîrîn. En esta inolvidable oportunidad, por lo menos para ella, se encuentra participando en competencia para llevarse algún galardón en la categoría Un Certain Regard.
Nothing Bad Can Happen nos narra la vida de Tore, quien pertenece a un movimiento punk cristiano que está en contra del orden religioso establecido siguiendo al mismo tiempo los preceptos de amor enseñados por Jesús. Un día conoce a Benno y pronto se instala con su tienda en el jardín de Benno y se convierte en un miembro de la familia. Sin embargo, Benno no puede resistir la tentación de socavar las convicciones de Tore. La violencia y la crueldad de las humillaciones que Benno va a infligir a Tore, poniendo a prueba la fe que tiene en su prójimo.
El primer clásico del día se proyectó a continuación y es de origen japonés. Dirigido y escrito por el cineasta Yasujirô Ozu fue estrenado en 1962 la película An Autumn Afternoon. Cabe destacar que este cineasta japonés, a lo largo de su carrera cinematográfica, acumula más de 50 largometrajes convirtiéndolo en uno de los directores de ese país más respetados del siglo pasado. Esta película nos cuenta la vida de un viudo que está a punto de llegar a su jubilación y decide organizar la boda de su única hija sin su consentimiento.
El segundo clásico del cine del día fue proyectado luego del primero y se trata del filme francés Beauty and the Beast, estrenado en 1946 y dirigido por el ya fallecido cineasta Jean Cocteau. Todo buen cinéfilo conoce la trama y trata sobre una chica llamada Belle, bondadosa y afectuosa. Cuando su padre cae prisionero del poder de la "Bestia", un monstruo dotado de un poder mágico, ella se ofrece como rehén. Poco a poco, su corazón se llena de piedad, comprensión y amor por el monstruo que se convierte en el Príncipe azul.
Previo a la culminación del día se estrenó la única película que se encuentra en la categoría Special Screenings y se trata del drama dirigido y escrito por el cineasta estadounidense Daniel Noah, Max Rose. Fue proyectado una sola vez y nos cuenta la preocupación de un pianista de jazz que descubre, tras la muerte de su esposa, que sus sesenta y cinco años de matrimonio eran una mentira. Se embarca en una exploración de su propio pasado para ver en qué había fallado.
Como de costumbre, Cannes decidió cerrar el día con la proyección de otro clásico del mundo del cine. Esta ocasión fue la oportunidad para una película que se estrena este año pero que a pesar de esto se encuentra en la categoría de los clásicos, Opium dirigida y escrito por la cineasta estadounidense Arielle Dombasle. Esta comedia musical nos remonta a comienzos de los años veinte, al amor frustrado entre Jean Cocteau y Raymond Radiguet. La muerte de Radiguet hace caer a Cocteau en el opio, una droga altamente poderosa y popular en aquella época. Una narración de la batalle de Cocteau con una de las drogas más peligrosas del planeta.
