1. Besar (apasionadamente) nos mantiene más jóvenes. ¿Por qué? Porque nos hace ejercitar más de 30 músculos faciales, disminuyendo así la formación de arrugas y estimulando la regeneración de la piel.
2. Besando podemos llegar a quemar hasta 13 calorías y, además, nos ayuda a relajarnos.
3. Los besos aumentan la tensión arterial y el ritmo cardíaco, lo que activa y mejora la circulación sanguínea a la vez que fortalece el sistema inmune.
4. También estimulan la liberación de endorfinas, las hormonas encargadas de provocar la sensación del placer y la felicidad y que actúan como antídoto para la depresión, la angustia, la tristeza.
5. Los besos estimulan la secreción de otras hormonas que funcionan como analgésicos, alivian alergias y retrasan la aparición de síntomas como estornudos y secreción nasal.