Esta cifra de muertos incluye las siete explosiones con coches bomba ocurridas horas antes en siete barrios chiítas en las que murieron 22 personas y han resultado heridas más de 40 heridos.
Esta nueva ola de violencia se produce dos días después de que los musulmanes terminaran el mes del Ramadán.
El país está volviendo a niveles de violencia que no se conocían desde hace cinco años, según la ONU. Gran parte proviene de las rivalidades entre los musulmanes suníes y chiítas.
Julio fue el mes más sangriento en Irak desde el pico de violencia entre 2006 y 2007. Según las cifras dadas a conocer por la Misión de asistencia de la ONU para Iraq, 1.057 iraquíes murieron y otros 2.236 resultaron heridos en actos de terrorismo y violencia en julio.