
Las máquinas tragamonedas, dispositivos a través de los cuales una persona introduce dinero para intentar obtener un premio en efectivo, han proliferado en los años recientes en el país y ahora pueden verse hasta frente a tiendas.
En tanto, los juegos de video operados con monedas no entran en la prohibición.
La medida entró en vigor este jueves, un día después de un decreto publicado en el Diario Oficial y que reforma el reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos.
En México han surgido, en varios momentos, escándalos que involucran a los casinos y los permisos para que operen.
Con la reforma del reglamento, se establece que el límite máximo para operar un casino será de hasta 25 años y se elimina la posibilidad anterior de que alguien puediera renovar su permiso por 15 años más.
Los titulares de permisos también podían alquilar sus concesiones a otros operadores, algo que ahora está prohibido.
Por su parte, según consigna El Universal, de acuerdo con información de la Dirección General de Juegos y Sorteos, en el país existen entre 70 mil y 75 mil máquinas tragamonedas que operan de manera clandestina.