La empresa creadora de uno de los juguetes más populares del mundo tiene como objetivo encontrar un material amigable con el medio ambiente para sus figuras y empaques, a más tardar para 2030.
Por esta razón, a partir de 2016, abrirán un centro de investigación en alianza con universidades y organizaciones no gubernamentales (ONG), que generará 100 empleos directos. Esta iniciativa se suma a la implementación de energía eólica en algunas de sus fábricas.
Éste sería el segundo cambio de los ladrillos, que en 1949 pasaron de madera a plástico. LEGO busca que los nuevos bloques, mantengan la apariencia y textura de los 60 millones que se producen por año hasta ahora.