(EN) - Una serie de enfrentamientos producidos el viernes en varios puntos de Egipto entre manifestantes de los Hermanos Musulmanes y la policía dejaron al menos cuatro muertos, luego de las protestas realizadas por partidarios del grupo islámico tras ser declarado por el Gobierno como una organización terrorista.
La violencia estalló después de las tradicionales oraciones del viernes y el Ministerio de Salud dijo que 87 personas resultaron heridas en los enfrentamientos, que se produjeron en El Cairo y al menos otras cuatro ciudades.
Un manifestante de 18 años de los Hermanos Musulmanes murió tras recibir disparos en la ciudad de Damietta, en la provincia del Delta del Nilo.
Otro hombre murió en Minya, un bastión de los islamistas en el sur de El Cairo. Una tercera persona perdió la vida en la capital, dijo el Ministerio del Interior, sin dar más detalles.
Un joven murió a última hora del viernes, reportó la agencia de noticias estatal, después de que se produjeran choques en la sureña ciudad de Aswan entre las fuerzas de seguridad, que lanzaron gases lacrimógenos, y miembros de los Hermanos Musulmanes que incendiaron dos autos policiales.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a al menos 265 partidarios de los Hermanos Musulmanes, incluyendo 28 mujeres, informaron autoridades.
La represión ha aumentado las tensiones en un país que sufre el peor conflicto interno en su historia moderna desde que el Ejército depuso en julio al presidente islamista Mohamed Mursi.
La declaración contra los Hermanos Musulmanes se produjo luego que el Gobierno acusara al grupo de perpetrar el martes un ataque suicida en una comisaría que causó la muerte de 16 personas, en el último de una serie de atentados que ha avivado los temores de una insurrección islámica.
Los Hermanos Musulmanes condenaron el ataque con bombas, que fue adjudicado por un grupo de la región del Sinaí.
El grupo y sus aliados islamistas habían llamado a realizar protestas en respuesta a la decisión del Gobierno.
La policía disparó perdigones y lanzó gas lacrimógeno en una manifestación estudiantil en el campus de Al-Azhar, en El Cairo. También se oyeron disparos en la ciudad de Ismailia, en el canal de Suez, donde manifestantes lanzaron fuegos artificiales y piedras a la policía, que usó gas lacrimógeno, dijo un testigo de Reuters.
Las fuerzas de seguridad se desplegaron a lo largo y ancho de la capital al comienzo de las oraciones musulmanas de mediodía, luego de la muerte de una persona en disturbios producidos el jueves por las tensiones políticas.
Las autoridades emitieron una nueva serie de advertencias más severas contra todos los que participen de protestas a favor del movimiento islámico que gobernó el país hasta julio, y anunciaron que el desacato sería sancionado bajo una nueva ley antiterrorismo.
Varios policías resultaron heridos en los enfrentamientos, informó el Ministerio del Interior.
Algunos analistas creen que Egipto podría sufrir un periodo prolongado de ataques llevados a cabo por islamistas radicales.
El Gobierno, respaldado por la cúpula militar del país, ha dicho que la violencia no afectará un plan de transición política cuyo siguiente paso es un referéndum sobre una nueva Constitución, el cual está programado para mediados de enero.