(PD BLOG) - En vista de que es la primera vez que realizo un “top ten” de los mejores largometrajes de un año en específico y aparte del hecho de que apenas va creciendo en mi ese deseo por convertirme en cineasta y crítico dejaré en claro los aspectos que tomé en cuenta para elegir los filmes que elegí como lo mejor de lo mejor del año en curso. Siempre que veo una cinta mi atención se enfoca en cuatro hechos que me parecen fundamentales para que dicha película se diferencie del resto y son: la manera en cómo el director emplea o juega con la cámara, la dirección de fotografía (luz), la edición de las escenas y la naturalidad de los actores y actrices al momento de desenvolver la trama. Existen muchos otros aspectos que los grandes críticos de cine toman en cuenta a la hora de raquear un filme pero me parece que estos cuatro son suficientes para comenzar.
La manera en cómo el director decide utilizar la cámara en las distintas escenas de un filme es la clave para que se despierte aquel interés en las personas por ver el largometraje. Los ángulos de la cámara así como los movimientos de las mismas en las escenas son responsabilidad plena del director. El mal uso de éste aspecto pone en juego el buen desenvolvimiento de la trama pues se pierde aquella esencia que nos conecta con la película.
La dirección de fotografía es el cuarto cargo más importante (detrás del director, guionista y productor) del equipo de producción de todo proyecto cinematográfico pues tiene la responsabilidad de dar aquel toque singular de claridad en cada rincón de una escena. Por ejemplo, el uso correcto de las sombras, tanto en objetos como personas, durante un filme es trabajo del director fotográfico. Es importante recalcar que la dirección de fotografía va de la mano con el director, maquillador, director artístico, diseñador de producción, entre otros cargos para el buen desenvolvimiento de la película.
Nuevamente el director vuelve a decir presente en la edición de las escenas del largometraje si bien él o ella no aparezcan en los créditos finales. Es decir, normalmente los directores eligen a su editor de video de confianza para así estar presentes en la sala de montaje dirigiendo y supervisando el proceso. En otras palabras, el editor no toma de lleno su cargo, sólo lo complementa. La edición es el paso primordial para que se entienda la historia; en qué momento cortar una escena, cómo cortarla, desde donde iniciará la próxima, todo esto se realiza en la sala de edición.
Por último pero no menos importante, la elección de los protagonistas es clave para que la persona que se encuentra viendo la película se identifique con el filme. Ellos deben conectarse de lleno con el rol que se encuentran personificando para que la historia sea creíble y a la vez guste a los ojos de la audiencia.
Tras lo explicado espero que hayan entendido las bases en las cuales me enfoque para elegir las mejores películas del año por lo que sin más preámbulos a continuación la lista:
10- Only God Forgive (Sólo Dios perdona):
Su director Nicolas Winding
Refn se cansó de escuchar y leer críticas negativas con respecto a esta
película cuando a mi me ha encantado. El secreto está en no verla como una “secuela”
de Drive (2011) pues es lo que la
mayoría pensó antes de verla; mismo director, mismo actor, parecida dirección
de fotografía al igual que estilo de música empleado. El cine no comercial
siempre marca la diferencia. Buena utilización de la cámara y ni se hable de la
dirección de fotografía. Aquella oscuridad constante conjuntamente con el frío
y poco dialogo de los personajes y la extrema violencia hacen que este filme se
encuentre en el “top ten”.
9- Fast & Furious 6 (Rápidos y Furiosos 6):
Si bien muchas escenas
tienen muy pocas probabilidades de que ocurran en la vida real no se puede
negar lo entretenido que ha sido la trama de la sexta entrega de la franquicia
de películas de carros más famosas de todos los tiempos. Excelentes puestas en
escenas por parte de su director Justin Lin que, una vez más, demuestra que es
un director al cual hay que seguir muy de cerca.
8- Pacific Rim (Titanes del Pacífico):
Sin duda una obra de arte en
cuanto a los efectos especiales se refiere. Digamos que es una mención especial
pues los efectos especiales no se encuentran entre los aspectos que tomé en
cuenta para elegir las películas que se encuentran en la presente lista. Toda
persona amante de la ciencia ficción (me incluyo) está consciente de la obra
maestra que Guillermo del Toro nos ha realizado. No tengo palabras para la
manera en cómo Del Toro edito tan increíble escenas de combate conjuntamente
con unos visules inolvidables. Excepcional, única y fresca.
7- The Necessary Death of Charlie Countryman (Charlie Countryman):
El
primer largometraje del director Fredrik Bond ha sido una originalidad y la
crítica la ha pasado por alto. Shia LaBeouf y Evan Rachel Wood personificaron
un filme con una naturalidad inigualable que marca el punto de partida a la
hora de calificar esta producción. Excelente romance semi-drama, semi-comedia y
semi-crimen. No es otra historia de aquél héroe que busca conquistar al amor
de su vida cuando no tiene nada que perder, es una historia que cuenta cómo seguir a las
emociones que te brinda la vida.
6- Side Effects (Dosis Mortal):
El cineasta estadounidense Steven
Soderbergh no para de sorprenderme y en esta oportunidad tras ver este filme él
se convierte entre mis directores favoritos. Es cuestión de sentarse a
prestarle atención a la manera en cómo Soderbergh decidió dirigir la película.
Me han encantado los suaves y limpios movimientos de cámara en las
escenas ya que le dan aquel toque de realismo que nunca está de más. La
actuación de Rooney Mara es única e inigualable así como sutil y audaz. Se encuentra
en esta posición por ser la única película en la presente lista con tales movimientos de cámara. Otra obra de arte que paso desapercibida para la
crítica en general.
5- El Regreso:
Patricia Ortega, directora de este proyecto
cinematográfico, demostró una vez más que los cineastas venezolanos están
creciendo en cuanto a realizar filmes que den de que hablar se refiere. La
iluminación de la película (dirección de fotografía) fue tratada con una
delicadeza de principio a fin pues no fue un trabajo para nada fácil. Gran
parte de las escenas fueron filmadas a la luz del día donde la luz natural
procedente del Sol es interrumpida por las nubes y la rotación constante del
planeta haciendo difícil, de esta manera, trabajar con la luminosidad. Un
largometraje lo suficientemente inspirador como para verlo más de una vez.
4- Gravity (Gravedad):
La mayoría de las listas de los mejores filmes
del año posicionan a esta película del mexicano Alfonso Cuarón en el primer
lugar y si bien no tienen nada de malo me parece que la están sobrevalorando. Sin
embargo debo reconocer que es un filme que revoluciona la cinematografía en
general gracias a la manera en cómo se realizo aparte del hecho de una banda
sonora de envidiar. Desde el primer momento Cuarón supo lo que quería hacer y
cómo lo quería hacer. La puesta en escena de las tomas, la naturalidad de los
actores, la edición de los videos y sonidos más una dirección de fotografía
impecable posicionan a Gravity en el cuarto lugar mas no en el primero.
3- Prisoners (Prisioneros):
Por instantes pensé mucho en colocar este
filme en el primer lugar de las mejores del año pero ciertos aspectos de las
película posicionadas en el segundo y primer lugar, respectivamente, me hicieron
recapacitar. Una historia singular acompañada de una actuación que debería ser
nominada a los Oscars por parte Jake Gyllenhaal hacen que este proyecto
cinematográfico se encuentre entre los tres mejores del año. De momentos Gyllenhaal
se conectaba tanto con su personaje que olvidaba que veía una película. Ese
tono de “navidad lluviosa” durante toda la película hace que la dirección de
fotografía se lleve todos los créditos al respecto. ¡No deben dejar de ver este
filme!
2- La grande belleza (La gran belleza):
El cineasta italiano Paolo
Sorrentino sabe sin duda cómo realizar una película lo suficientemente fuera de
lo común que en un punto de ella uno se diga: “No sé lo que estoy viendo pero está tan
entretenido e interesante que no puedo dejar de verlo”. Así me ha pasado y vaya
sorpresa me lleve pues gracias a eso termine viendo una de las mejores
películas en la historia de Italia. Tan buena y singular es que la califico de
esa manera. Un guion tan natural cargado de historias tras fondo y frases de
una Roma insípida y fría ayudan para que uno se identifique con el
desenvolvimiento de la trama. Jamás en mi vida había visto una puesta en escena
tan única y fura de lo común. Un filme que deben ver más de una vez, sin duda.
1- Captain Phillips (Capitán Phillips):
La mejor película del año y por
mucho gracias a la tensión que te atrapa durante los 134 minutos que dura el
largometraje. El único filme del año que con el transcurso de las escenas me
preguntaba: ¿Y qué pasará ahora? A la vez debo reconocer que suma muchos puntos
el hecho de que se base en hechos reales pues siempre he dicho que este tipo de
películas siempre marcan la diferencia. Que alguien haya pasado por tal nivel
de dramatismo basta y sobra para conectarse con la trama de la película. Paul
Greengrass, su director, nos ha dado una clase de cómo dirigir un filme
dramático. Ni se diga del trabajo de edición que ayudo mucho para que entendiéramos
mejor la realidad por la cual pasaron los tripulantes de la embarcación
estadounidense MV Maersk Alabama.