OPINIÓN: De sanciones, corrupción y preferencias

El delantero uruguayo del Liverpool FC, Luis Suárez, de 27 años, fue suspendido por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) tras proporcionarle un presunto mordisco a Giorgio Chiellini, defensor de la selección de Italia y la Juventus FC, el pasado martes en el último partido del Grupo D del Mundial de Brasil 2014 donde a la postre clasificaría Uruguay con gol de Diego Godín.

Al principio parece poco (o nada) tomando en cuenta que parece tan tonta la sanción como la mismísima acción del charrúa. El lío no reside allí, sino en las medidas tomadas por la FIFA:

- Suspendido por 9 partidos con la selección uruguaya, la cual inicia en el partido ante Colombia el próximo 28 de junio por los octavos de final de la Copa del Mundo, por lo que Luis se perderá el resto del torneo.

- Inhabilitado durante cuatro meses de ejercer cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol. Es decir, no podrá entrenar (ni con Uruguay, ni con su club), no podrá acercarse a ninguna entidad futbolística (Melwood, en su caso) y tampoco podrá entrar a ningún estadio en donde juegue el Liverpool durante los próximos cuatro meses, así mismo, tampoco podrá entrar a los estadios donde juegue la selección uruguaya durante la sanción de nueve partidos. Sí, como leen, no podrá entrar a un estadio. Cuánto menos estúpido éste último criterio por tildarle de alguna forma.

- Multa económica: 100.000 francos suizos. Unos 82.200 euros o 111.700 dólares. Como quieran verlo. Es quizá lo que más le de igual a Luis. Gana más de eso en dos semanas de sueldo con su club.

Ahora bien, ¿qué códigos o normas del disciplinarias incumplió Luis Suárez para que la FIFA le diera semejante castigo? Vamos a contar el comunicado y revisarlo con otros casos. Cito:

1. "El Comité Disciplinario de la FIFA (CDF) considera culpable al futbolista Luis Suárez de haber violado el art. 48, apdo. 1d del CDF al agredir a otro jugador, y el art. 57 del CDF por haber cometido una ofensa a la deportividad contra otro jugador".

"Culpable por agredir a otro jugador y por cometer una ofensa a la deportividad de otro jugador"... se lee más que justo, pero, recordemos algunos célebres actos parecidos a lo que se le acusa al uruguayo con sanciones mucho más exageradamente mínimas: 

El primero, como no, Pepe, 21 de abril de 2009 ante el Getafe, agrede a Javier Casquero y luego le propina un puñetazo a Juan Albín, la imagen habla por sí sola. 10 partidos de suspensión. Bastante, sí. Pero la sanción fue proporcionada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ¿dónde estaba la FIFA aquí?



El segundo, Kevin Mirallas, futbolista belga del Everton FC. Le dio este regalo al malo del artículo en el último derbi de Merseyside disputado. Le clavo los tachones con toda intención y Suárez salió del partido un buen rato siendo atendido. Una entrada que bien podía prestarse para una lesión grave, ¿dónde estaba la FIFA aquí? 


Uno más, Antonio Valencia, jugador ecuatoriano del Manchester United, durante un amistoso previo al Mundial de Brasil 2014, tras una falta del inglés Raheem Sterling reaccionó así. Ambos fueron expulsados, pero hasta allí. ¿Hacia dónde miró la FIFA ese día? 


Sigamos, segunda sentencia:

2. "De acuerdo con el art. 22 del CDF también se le prohíbe durante cuatro meses a ejercer cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol (administrativa, deportiva o de otra clase). Igualmente, en aplicación del art. 21 del CDF, se prohíbe asimismo a Luis Suárez entrar en los recintos de todos los estadios durante el periodo de duración de la prohibición. El jugador tampoco podrá entrar en los recintos del estadio en el que la selección uruguaya dispute un encuentro mientras esté cumpliendo con los nueve partidos de suspensión".

Esto es sencillamente estúpido. Más cuando es un jugador que optaría por el premio del FIFA Balón de Oro, puesto que lideró el regreso del Liverpool a la Champions League y además ganó la Bota de Oro la cual comparte con el portugués Cristiano Ronaldo. Pero no precisamente por eso es estúpido, lo es porque su club y además de los propietarios, los inversores, patrocinadores e incluso las marcas que lo visten se están cuestionando tenerle. Que no sepa a defensa, porque lo tendría bien merecido, pero, ¿poner en riesgo la carrera de uno de los mejores jugadores de la actualidad solo por una acción tan tonta como esta? No me parece. No puede ir a las oficinas del club, no puede estar con sus compañeros en el club, no se puede entrenar con su club y ni siquiera puede ir a un estadio. Muy jodido.

Última sentencia a analizar:

3. "No se puede tolerar este tipo de comportamiento en un terreno de juego, especialmente durante la Copa Mundial, cuando millones de personas tienen la vista puesta en los jugadores. La Comisión Disciplinaria ha tenido en cuenta todos los elementos del caso y el grado de culpabilidad de Luis Suárez de acuerdo con lo estipulado en el Código Disciplinario".

Con que "no se puede tolerar ese tipo de comportamiento en la cancha, especialmente en un Mundial". Veamos...

Primer caso, ya que menciona directamente en el Mundial, Zinedine Zidane. Final de la Copa del Mundo de Alemania 2006 contra Italia. Le proporciona un cabezazo en el pecho a Marco Materazzi. Hay agresión, hay mal comportamiento, hay toda intención de hacerlo. Igual, se retiraba. Le cayeron tres partidos, por mas inútil que haya sido su suspensión. ¡¡¡Tres partidos!!! Siendo la final del Mundial. Una cosa que no se cree. A la final no causó tanto revuelo por ser Zidane, uno de los más grandes de la historia, se le recordó como un cruce de cables y una provocación, lo sea o no, lo hizo:


Un segundo sería el del francés Mamadou Sakho, también jugador del Liverpool, en este mismo Mundial de Brasil 2014, que le propinó un fuerte codazo al ecuatoriano Oswaldo Minda como se ve en la parte izquierda de la imagen, durante el partido de la última jornada de la fase de grupos. Acá la FIFA simplemente decidió no hacer nada. ¿Entonces, se mide con la misma vara a todos?


Tercero, más de Brasil 2014, el camerunés Alex Song agrede al croata Mario Mandzukic con un puñetazo a la espalda con toda la intención. Solo dos partidos de sanción. ¿Mide igual la FIFA?


Cuarta, seguimos con Brasil 2014, codazo de Neymar Jr. futbolista del FC Barcelona y la selección brasileña sobre el croata Luka Modric. Tarjeta amarilla. ¿No conviene a la gran estrella de la Copa del Mundo una sanción, no, FIFA?


Quinto y último, final del Mundial de Sudáfrica 2010. El holandés Nigel de Jong le da esta brutal y criminal patada al español Xabi Alonso. Ni amarilla. Con el juez Howard Webb de frente viendo la jugada, como se puede apreciar al fondo de la imagen. ¿Estaba Blatter viendo a la cancha en ese momento?


Y como todas estas, seguro hay muchas más. El Liverpool, club donde milita Luis Suárez, apelara ante la FIFA para reducir la sanción o por lo menos que se le permita al uruguayo entrenar con el equipo. Tomando en cuenta que con esta sanción se perdería, de entrada, 13 partidos con el club de Merseyside. Una barbaridad en todo el sentido de la palabra. Suárez podría empezar la disciplina con el club a partir del 1 de noviembre. Demasiada inactividad. Y no solo esto, aún se cuestiona que la marca que le viste (Adidas) siga patrocinándolo después de lo sucedido, cuestión por la que su abogado se pronunció diciendo no tener conocimiento alguno y que esperarán algún comunicado referente al tema.

Además, el mismo Alejandro Balbi, abogado de Suárez, ha dicho que "si FIFA va a investigar todo, se acaba el fútbol. No creo que si hubiese sido Messi, Neymar o Cristiano se hubiese tomado la misma decisión". Y como ejemplo de ésto, las tantas imágenes anteriores. Referente a la sanción dijo que "es desproporcionada, creo que nunca había habido algo tan grande en el fútbol". Y ya respecto a su club se refirió diciendo "mañana nos reuniremos con los abogados del Liverpool y con el representante de Luis, Pere Guardiola, en Barcelona".

Si se va a medir a alguien por sus acciones, que se mida bien. Un mordisco que pudo haber terminado en algo que hoy quizá a Chiellini ni le moleste puede quedar marcado como la sanción más grande del fútbol, mientras, hay quienes lesionan a jugadores con entradas sumamente peligrosas poniendo en riesgo las carreras de los mismos (casos como los de Petr Cech, Eduardo Da Silva o Christian Chivu) y que terminan con sanciones de llanto comparadas con esta.

No pido que se revoque. No defiendo su mordisco. Pero si de sanciones vamos, que la corrupción se deje a un lado y junto con ella las preferencias. De oficio todos o ninguno. Hay que medir a todos por igual. Anexo una hermosa imagen de hinchas uruguayos esperando a Suárez en el aeropuerto mientras éste vuelve a su país. Simplemente increíble.


Luis Valor García.
Twitter: @luisvalorg.

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