Opinión: Las dudas del fichaje de James Rodríguez por el Real Madrid


(PD BLOG)- ''Los sueños se hacen realidad''. Si no podemos preguntarle a James Rodríguez. Que después del mundial Brasil 2014 el colombiano se ha convertido en un jugador que esta de a poco alcanzando la cima.


 El centro-campista colombiano intentará, por otra parte, que el dorsal número 10 vuelva a lucir en el césped de Chamartín, tras quedarse huérfano la pasada temporada con la salida sorpresa al Arsenal del alemán Mesut Özil. La gran esperanza en las oficinas del Bernabéu es que el conjunto blanco vuelva a tener un verdadero '10', número especialmente señalado para las grandes estrellas, para los jugadores especiales. El propio Özil garantizó calidad a ese dorsal durante un par de temporadas, aunque no tuvo la regularidad y la importancia en el juego del Madrid que se esperaba de él.

 Luego de que su fichaje se volviera un hecho, después de muchas especulaciones. Lo que, no obstante, dejará todavía tres grandes incógnitas en el aire, a la espera de ser resueltas.

Una de ellas, por qué un jugador más para la línea del equipo más nutrida de todas. Xabi Alonso, Asier Illarramendi, Luka Modric, Ángel Di María, Isco Alarcón, Toni Kroos, Sami Khedira, ¿y era también necesario James Rodríguez? Algunos dirán que también puede jugar sobre la banda, algo más adelantado, pero esos puestos son, indefectiblemente, para Cristiano Ronaldo y Gareth Bale.

 La cuestión nos lleva por tanto a pensar que alguno de esos medio-campistas está destinado a ser transferido.

 ¿Di María? Mal haría Real Madrid si nace de ellos prescindir del Fideo. Otra cosa sería si es el jugador el que ya tiene decidido abandonar el Bernabéu, pecando de previsor, en ese caso.

¿Isco? Nefasta gestión si lo dejan salir apenas un año después de ficharlo sin dejarlo triunfar. ¿Khedira? Bienvenido sea si en un verano europeo el club blanco sustituye la dupla Casemiro-Khedira por Kroos-James. Pero lo que parece claro es que, de cualquier manera, alguien tendrá que salir del vestuario blanco para hacerle hueco al cafetero.


 Y aquí nos encontramos con otra de las grandes incógnitas que plantea este fichaje. ¿Es James un jugador que mejora lo que ya tiene el Real Madrid en su plantel? Parece claro que sí, cuando se lo compara con Casemiro, por ejemplo. Pero de hacerlo con Isco o Di María, las dudas son ya superlativas. Y no hay margen para debatir que James es un jugador de esos especiales, tocados por una varita. Pero después de una temporada discreta en Monaco y un traspaso algo inflado desde Porto, queda la sensación de que en el núcleo noble del Santiago Bernabéu han sobrevalorado, quizás en exceso, el buen Mundial del colombiano.


 Pero no por ende es un decir que el colombiano no este a la altura del Real Madrid. Para nadie es un secreto que el Real Madrid será el equipo donde James termine de pulir y explotar su magia. Esto, nos lleva a otra gran incógnita. ¿Es justo el precio que se pagó por James? A priori, parece que no. Porque esa franja de los 80-85 millones de dólares debería estar reservada sólo para estrellas mundiales, y James apenas ha jugado catorce partidos en Champions League, por ejemplo. Zinedine Zidane le costó una cantidad similar a Real Madrid solo un poco mas elevada hace ya una década, cuando el francés venía de ganar dos veces el Scudetto, un Mundial y una Eurocopa liderando a Juventus y a Francia.

 No es tampoco menos cierto que el colombiano invita a la esperanza. Invita a pensar en que, con el tiempo, pueda resolver todas estas dudas a su favor. Invita a ser cautelosos y hablar apenas de dudas en circunstancias que, en la inmensa mayoría de futbolistas del planeta, serían ya certezas desde antes de verlo jugar.

 Nadie sabe si James podrá ser mejor o peor que otros jugadores de la plantilla merengue. Lo cierto, es que el fútbol nos permitirá, ver el fúturo de este mago colombiano. Como cerró su rueda de prensa con la frase "Quiero demostrar que puedo jugar aquí y tengo el talento para hacerlo".

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