(PD BLOG|EL MUNDO) Como todo gran artista, Oscar de la Renta se rodeó de musas e inspiración. Las mujeres para las cuales creó sus mejores galas, fueron desde primeras damas hasta actrices de Hollywood, lista selecta que incluye a un ícono indiscutido de la elegancia femenina como lo fue Jacqueline Bouvier Kennedy.
Nancy Reagan fue una de las primeras damas norteamericanas que confió ciegamente en la habilidad del diseñador dominicano y en su buen gusto.
Sarah Jessica Parker fue su gran enamorada, incluso lo elegía para que visitiera a su personaje de Carrie Bradshaw en la famosa Sex and the City.
Penélope Cruz asistió de su brazo a una de las galas del Museo Metropolitano de Nueva York.
Pero para el mismisimo Oscar de la Renta, nunca hubo mejor modelo, ni musa más exquisita que su mujer Annette.