(GLOBOVISIÓN) - La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, prometió en su discurso de investidura este jueves investigar con rigor la corrupción en la estatal Petrobras y anunció medidas de ajuste para reactivar el crecimiento económico sin afectar los programas sociales para los más pobres.
“Vamos a investigar con rigor todo lo malo que ocurrió (en Petrobras) y fortalecerla cada vez más. Vamos principalmente a crear mecanismos que eviten que hechos como estos vuelvan a ocurrir”, dijo la mandataria tras prestar juramento ante el Congreso.
Pacto contra la corrupción
Rousseff, quien asumió para su segundo y último mandato consecutivo de cuatro años, fue más allá del caso de la petrolera y planteó un “gran pacto nacional contra la corrupción que implica a los grandes grupos de poder en el sector público y privado”.
En ese sentido, prometió enviar al Congreso en el primer semestre del año un paquete de cinco medidas para facilitar los procesos y aumentar las penas contra los corruptos.
“En su esencia, estas medidas tienen el objetivo de garantizar procesos y juicios más rápidos y penas más duras, pero jamás podrá agredir el amplio derecho de defensa”, anticipó.
Crecimiento económico
Si bien el desempleo todavía está en sus mínimos históricos (4,8% en noviembre), y los programas sociales contra la pobreza y la desigualdad siguen dándole réditos políticos en un amplio sector de la población, Rousseff está obligada a dar un golpe de timón.
La mandataria envió la primera señal de los tiempos de austeridad que se vienen para Brasil al designar a un liberal ortodoxo, amigo de los mercados, como nuevo ministro de Economía.
El exbanquero Joaquim Levy estará al frente de un programa de ajuste orientado a poner las finanzas en orden, recuperar la confianza de los mercados y atraer inversiones. Todo, promete Rousseff, sin afectar los programas sociales que aliviaron la vida a millones de brasileños.
“Aunque tenga esperanza de que las cosas pueden mejorar, cada vez hay más denuncias de corrupción, más involucramiento del PT con todo eso, entonces termino creyendo que lamentablemente todo va a seguir como está”, dijo Josemar Dorileo, del movimiento opositor “Gente Brava” (Gente Enojada).
Sin afectar logros sociales
Rouseff anunció que aplicará medidas de ajuste económico para contrarrestar el débil crecimiento durante los cuatro años de su primer gobierno.
En ese sentido, agregó: “Haremos eso con el menor sacrificio posible para la población, en especial para los más necesitados”.
“En este nuevo mandato vamos a crear, por medio de una acción firme y sobria en la economía, un ambiente todavía más favorable para los negocios, la actividad productiva, la inversión, la innovación, la competitividad y el crecimiento sustentable”, indicó.
Si bien el desempleo todavía está en sus mínimos históricos (4,8% en noviembre) y los programas sociales contra la pobreza y la desigualdad siguen dándole réditos políticos en un amplio sector de la población, Rousseff está obligada a dar un golpe de timón.
Educación es prioridad
Más allá de la corrupción y los problemas económicos, la presidenta aseguró en su discurso que la “gran prioridad” será la educación. “Solo la educación libera a un pueblo y abre las puertas para un futuro próspero”, dijo. “Me gustaría anunciar el nuevo lema de mi gobierno (…). ‘Brasil, patria educadora'”.