Luego de su divorcio, Diana no abandonó sus labores humanitarias, y prestó el uso de su imagen para ellas. Desde su integración a la familia real, se había vinculado estrechamente con los más necesitados. Su labor en la lucha contra las minas antipersonales había llegado a todos los líderes del mundo, quienes destacaban la fortaleza y determinación con que Lady Di argumentaba al respecto. Desarrolló una sensible y profunda amistad con la Madre Teresa de Calcuta, tanto así que ambas fallecieron con 5 días de diferencia.
Cuando la vida parecía encaminarse para Diana de Gales, sin tantas idas y vueltas, sin tantos rumores, ni problemas de infidelidades. Diana estaba en 1997, a sus 36 años, viviendo un intenso romance con el millonario egipcio Dody Al-Fayed, quien murió junto a ella. Sin embargo hubo algo que Diana no logró alejar de su vida, ni siquiera en el último instante de su existencia: los paparazzi. La ex princesa se había convertido en la mujer más fotografiada del mundo. A donde iba, un séquito de cámaras y flashes la seguían. Muchos opinan hasta el día de hoy que los enloquecidos paparazzis, en el afán de tener fotos exclusivas de la pareja, pues corría el rumor de que esa noche se habían comprometido, son y serán quienes causaron el accidente que terminó con la vida de ambos. Sin embargo el padre de Dodi Al-Fayed, Mohamed ha asegurado desde aquel 31 de agosto de 1997, que tanto su hijo como Diana, fueron víctimas inocentes de un complot de la casa real británica. Incluso ha seguido sendos juicios para que se esclarezcan los motivos del accidente, sin embargo todo sigue pareciendo un desafortunado accidente.
El 31 de agosto de 1997, el mundo comenzó a despertar con la noticia que Lady Di había sufrido un terrible accidente mientras estaba en Paris, y atravesaba en auto el tunel Del Alma. Al instante habían muerto Dodi Al-Fayed y el chofer del automovil. Diana moriría más tarde en un hospital. El único sobreviviente, Trevor Rees-Jones, dice no recordar absolutamente nada de aquella noche, y era de los cuatro ocupantes del automovil, el único que llevaba puesto cinturón de seguridad.
La familia real británica no pensaba darle a Diana un funeral de Estado, sin embargo las muestras de cariño hacia la princesa por parte del pueblo británico, hizo que Buckingham cambiara de parecer. Aunque de protocolo muy estricto, los honores de Estado en un funeral solo procedían para miembros de la realeza con rango de majestad o a miembros del gobierno. Dentro del mismo protocolo figura la existencia del “funeral real” que procede para un miembro de la realeza. Sin embargo nada decían las reglas como resolver el tema. Por cuanto se decidió “un entierro único para una persona única”.
El cuerpo de la princesa llegó a Londres el 2 de septiembre y fue trasladado a la capilla del Palacio de St James donde residía el príncipe de Gales. El 6 de septiembre fue la fecha oficial del funeral, hasta ese día, todo el Reino Unido guardó luto y banderas a media asta.
El féretro cubierto con el estandarte real y un arreglo de flores, estuvo siempre cerrado, trasladado en procesión por las calles de Londres hasta la Abadía de Westminster. Iba seguido por el principe Eduardo, Carlos, principe de Gales, Charles el hermano de Diana, y sus hijos William y Harry. Elton John cantó en homenaje a su amiga, su memorable tema “Candle in the Wind” que había sido compuesto en honor a Marilyn Monroe en 1973. Diana descansa en la que fuera la casa de su infancia, Althorp House.
Sus hijos, William y Harry, siempre recuerdan a su madre como una mujer dulce, paciente y también divertida. William es el seguro heredero de la corona, aunque no hay aún chances de que su abuela Isabel II abdique en su favor, sin embargo allegados dicen que la soberana no cree que su hijo Carlos sea el monarca adecuado.
A pesar de un par de escándalos protagonizados por Harry y unas fotografías suyas desnudo en un hotel de Las Vegas, el joven príncipe ha encaminado su vida, estudiando e inclusive yendo a Afganistan como parte integrante de las tropas inglesas.