El fascinante brillo azul provocado por el microorganismo marino atrae por su enigmática y espectacular belleza, pero también evidencia que el agua de las costas de Hong Kong pueden sufrir los devastadores efectos de la contaminación agrícola, informa AP. Los productos químicos (como el nitrógeno y el fósforo) vertidos en el agua causan un gran aumento del fitoplancton del que se alimenta la 'Noctiluca scintillans', cuya población se incrementa en estas condiciones favorables.
A diferencia de otros organismos similares, la 'Noctiluca' no produce sustancias químicas que ataquen el sistema nervioso o partes del cuerpo de otros organismos. Sin embargo, estudios recientes muestran que el 'fantasma de mar' puede acumular toxinas (altos niveles de amoníaco) al alimentarse de algas. Como es uno de los eslabones de la cadena alimentaria, la 'Noctiluca' transmite considerables cantidades de este veneno a otros organismos que la comen.
Además, 'la chispa de mar' excreta las toxinas en el agua de la zona circundante, lo que causa la muerte de otros organismos. Según la oceanógrafa Samantha Joye de la Universidad de Georgia (EE.UU.), este problema ambiental no es exclusivo de la costa de Hong Kong, sino que los focos de la 'chispa de mar', están creciendo en todo el mundo.