(The Guardian).- "Los medios de comunicación y comentaristas y otros directivos, ejercen una presión sobre los árbitros. Hay una campaña contra el Chelsea. No sé por qué y no me importa". Estas explosivas declaraciones las pronunciaba Jose Mourinho después de empatar a uno en casa del Southampton el pasado 28 de diciembre.
"Un escándalo absoluto"
La ira del entrenador del Chelsea la motivó una jugada, que tenía sus dudas, en la que el portugués reclamó penalti de Matt Targett sobre Cesc Fàbregas, una queja que también expresó el jugador catalán de los 'blues'.
No era la primera vez que el ex técnico del Real Madrid ironizaba de manera más o menos sobre la mano negra que según él se cierne sobre Stamford Bridge, pero en esta ocasión habló de "grave error" del colegiado; una actuación que calificó de "escándalo absoluto".
A raíz de estos comentarios a la BBC Sport, la Football Association (FA) ha decidido pasar a la acción, amparándose en un artículo de sus estatutos, pues consideran que las palabras de 'Mou' "constituyen una conducta impropia, dan una visión sesgada de la actuación del colegiado y puede contribuir al desprestigio del juego", señala la FA en su web.
La FA también ha revisado los comentarios antes del partido de Mourinho el 19 de diciembre ante el Stoke City, pero al final ha decidido no presentar una acusación disciplinar y sí una advertencia formal que, de todas formas, 'Mou' tiene hasta las 18:00 horas del 13 de enero para responder a la acusación.
