Por tercera vez, Brady es el jugador más valioso del Súper Bowl

Tom Brady, de los Patriots de Nueva Inglaterra, festeja luego de conquistar el Súper Bowl XLIX frente a los Seahawks de Seattle, el domingo 1 de febrero de 2015(EL NUEVO HERALD) - En su niñez, Tom Brady admiraba a Joe Montana. A sus 37 años, el quarterback tiene ya el mismo número de anillos de Super Bowl que conquistó su ídolo.

Y el domingo fue nombrado el Jugador Más Valioso del gran partido por cuarta vez en su carrera, las mismas que el legendario Montana, uno de los integrantes más distinguidos del Salón de la Fama.

Ningún otro mariscal de campo en la historia está arriba de ellos en estos rubros.

Brady, quien es ahora un quarterback estupendo por derecho propio, completó 37 de 50 pases para 328 yardas, con cuatro touchdowns —cada uno mediante un receptor distinto. Atinó sus ocho envíos durante una ofensiva que derivó en el touchdown de la ventaja, a unos dos minutos del final.

Esa actuación y un pase interceptado por el cornerback novato Malcolm Butler dieron a los Patriots de Nueva Inglaterra una victoria por 28-24 sobre los Seahawks de Seattle, campeones defensores, en el Super Bowl.

Un partido que comenzó aletargado tuvo un final electrizante.

La actuación de Brady distó de ser impecable. Vio interceptados dos de sus envíos, incluido uno cunado los Pats tocaban la puerta del touwchdown en el primer cuarto. El otro llegó en el tercer periodo y derivó en puntos de los Seahawks.

Ese desempeño imperfecto fue uno de los motivos por los que Nueva Inglaterra llegó al cuarto periodo perdiendo por 24-14.

Pero luego Brady se encargó de la remontada.

"No fue lo que planeamos. Desde luego, lanzar un par de pases interceptados no nos ayudó", reconoció Brady, quien rompió el récord impuesto el año pasado por Peyton Manning, de 34 pases completos en un partido del Super Bowl. "Aquí lo importante era la fortaleza mental. Nuestro equipo la ha tenido todo el año. Jamás dudamos de nuestros compañeros y eso era importantísimo. Vencimos a un gran equipo y estoy muy contento por mis compañeros".

Sentado con su familia en el Candlestick Park, en el que tenía boletos para toda la temporada, Brady solía llevar el jersey con el número 16 que usaba Montana. El niño que crecía en San Francisco alentaba a los 49ers y a su quarterback.

Y en el momento crucial del partido, Brady mostró el temple característico de Montana.

Completó con Danny Amendola un pase de cuatro yardas hasta la zona prometida, con unos ocho minutos por jugar. Así, Brady llegó a 12 pases de anotación en el Súper Bowl, con lo que quebró la marca impuesta por Montana.

Y cuando faltaban 2:02 minutos por disputarse, Brady conectó un envío de tres yardas con Julian Edelman, para que los Pats tomaran la ventaja. El mariscal de campo volteó hacia la banda, señaló hacia sus compañeros en el banquillo y luego alzó el puño derecho.

Pero luego vino la tensión al límite. No fue sino hasta que Butler interceptó un pase de Russell Wilson que Brady pudo celebrar.

Saltó como un niño en un costado del terreno, y abrazó efusivamente al entrenador Bill Belichick.

Ahora Brady, Montana y Terry Bradshaw, de los Steelers de Pittsburgh, son los únicos quarterbacks titulares con cuatro cetros del Súper Bowl.

La coronación del domingo puso fin a una década sin que los Pats fueran campeones de la NFL. Cayeron en el "superdomingo" de 2008 y en el de 2012, en ambas ocasiones ante los Giants de Nueva York.

"Bueno, ha sido un largo recorrido. He estado en esto durante 15 años y hemos sufrido un par de duras derrotas en estos partidos", rememoró Brady. "Este partido no se decidió sino hasta el final, y ahora hicimos las jugadas importantes".

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