Sur de Florida convive con inundaciones por efectos del cambio climático

(UNIVISIÓN) - El aumento del nivel del mar que se acelera a causa de los efectos del cambio climático ya propicia varios contratiempos en zonas costeras del sur del estado de Florida, en donde las autoridades debe reconocer como primer paso que enfrenta un serio problema en materia medioambiental.

De los 5,5 millones de habitantes del sur del estado, el 75 % vive mirando al mar, una franja costera cada vez más valorada en términos de bienes raíces pero vulnerable si se tiene en cuenta que las sucesivas inundaciones de sus ciudades son la manifestación de un gran problema.

Desde 1870, el nivel del mar ha aumentado unas 8 pulgadas y según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD, por su sigla en inglés), Miami (Florida) es la ciudad en el mundo que ocupa el primer lugar entre las más vulnerables en términos de daños a la propiedad, con más de 416.000 millones de dólares comprometidos con el riesgo a las inundaciones por el aumento del nivel del mar.

El geólogo y profesor de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), Henry Briceño, explicó que se ubicaba unos 100 metros por debajo de los niveles actuales.
"Luego hubo unos 6.000 años en los que el cambio fue más lento y se correspondió con el mayor desarrollo de la cultura humana y estabilidad tanto en los océanos como en los climas, pero desde finales de 1800, con la era industrial y el consumo acelerado de combustibles fósiles, se volvió a acelerar", dijo Briceño.

El problema, destacó el profesor -que desde hace una década estudia el clima y los efectos del hombre sobre la calidad del agua-, es que un enorme volumen de gases causa un calentamiento de la atmósfera, y por ende de los océanos.

"La radiación entra pero no puede salir, se derriten más rápidamente los hielos en los polos y eso hace que aumente el nivel del mar", explicó.

Ese efecto invernadero provoca que el proceso natural que podría tomar más años se esté acelerando y por lo tanto el mar invada cada vez más las costas, tal como ya lo perciben algunas ciudades del sur de Florida.

"Lugares como Dania Beach, al norte de Miami, no pueden obtener aguas subterráneas (aguas dulces) para su consumo y tienen que comprarla o tener pozos mas profundos", indicó Briceño, quien destacó que las condiciones del sur de Florida son especialmente difíciles por su topografía plana y geología, ya que la ciudad está asentada sobre un terreno de caliza porosa y permeable.

En esta región, donde desde 1900 el nivel del mar ha aumentado unos 23 centímetros y se espera que en los próximos 15 años las inundaciones se tripliquen, algunas previsiones catastróficas sitúan a la ciudad de Miami debajo del mar para el próximo siglo.

"Es importante conocer la situación pero sin causar pánico. Hay que buscar alternativas, pero lo primero es concientizar sobre el problema para empezar a trabajar", dijo el profesor.
En mayo del año pasado, los comisionados del condado de Miami-Dade, a través de una resolución patrocinada por la concejala Rebeca Sosa, decidieron tomar en cuenta el aumento del nivel del mar a la hora de evaluar todos los proyectos futuros de infraestructura que se desarrollen en la comarca.

El anuncio se dio después de que el Gobierno de Estados Unidos divulgue un informe, elaborado durante cuatro años por más de 300 científicos del país, que entre otras cosas pronostica que a finales de siglo el nivel del mar habrá aumentado en algunas zonas entre 30 centímetros y 1,20 metros, además de prever inundaciones, más precipitaciones y un mayor número de huracanes.

"Según los expertos en cambio climático, el sur de Florida está entre los lugares más vulnerables del mundo" a los efectos del "calentamiento global", explicó en aquel entonces Rebeca Sosa.

Briceño destacó que "afortunadamente, dando un ejemplo nacional, los condados de Miami Dade, Broward, Palm Beach y Monroe se han unido para analizar y trazar políticas conjuntas para enfrentar las consecuencias del cambio climático sobre el nivel del mar".

El estudioso destacó que este problema ya no solo es de los gobiernos sino también de todos los ciudadanos que pueden ayudar a que no se acelere, y esto pasa por depender menos de los combustibles y utilizar energías alternativas, pero sobre todo, por la adaptación de la vida a la nueva situación.

"Todos, como ciudadanos, podemos aportar mientras se buscan soluciones que pasan por la adaptación y el desarrollo de tecnologías para enfrentar el aumento del mar, y no pensar en el problema como si no fuese nuestro", finalizó.

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