Obispo ordenará sacerdote en Brasil sin autorización papal

http://analitica.com/wp-content/uploads/2014/10/vaticano.jpg(AP) - Un obispo católico que niega el Holocausto y que acaparó titulares en 2009 cuando el papa Benedicto XVI lo rehabilitó él y a miembros de una sociedad separatista, vuelve a tener problemas con el Vaticano.

El obispo Richard Williamson se propone consagrar a un nuevo obispo el jueves en Brasil sin el consentimiento del papa Francisco, un acto punible automáticamente con la excomunión.

El religioso Rene Miguel Trincado Cvjetkovic confirmó la prevista consagración de Christian Jean-Michel Faure en un correo electrónico a The Associated Press. El blog tradicionalista Rorate Caeli fue el primero en reportar la consagración.

Williamson, Trincado y Faure han estado o están en el proceso de ser expulsados de la Sociedad de San Pío X, que fue fundada en 1969 por el ya desaparecido arzobispo Marcel Lefebvre en oposición a las reformas del Concilio Vaticano Segundo. Los tres se han opuesto a los recientes esfuerzos de la sociedad por reconciliarse con la Santa Sede.

En 1988, el Vaticano excomulgó a Lefebvre, Williamson y otros tres obispos después que Lefebvre los consagró sin consentimiento papal.

En 2009, Benedicto XVI levantó las excomuniones en un intento de que el grupo volviera al redil y para impedir un cisma mayor. Pero Williamson provocó reacciones airadas cuando dijo en una entrevista televisada, difundida poco antes de que el decreto se hiciera público, que no creía que hubiesen muerto judíos en cámaras de gas durante la Segunda Guerra Mundial.

Trincado dijo que ni Williamson ni Faure temían una nueva excomunión "porque lo que nos proponemos con esta consagración es preservar la genuina fe católica de la mayor crisis que la Iglesia ha sufrido en su historia".

El religioso Robert Gahl, experto en teología moral en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, dijo que la planeada consagración conllevará a la excomunión automática de Williamson y Faure.

Agregó que a la Iglesia le preocupa que "dicho acto de desobediencia" pueda profundizar el cisma debido al intento de consagrar un nuevo obispo que después sea capaz de ordenar sacerdotes.

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